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Mandan señales los Trailblazers

Ya han transcurrido poco más de dos meses y medio de temporada regular y los Trailblazers de Portland siguen siendo un sólido equipo, empezando a dejar de lado la teoría de que en cualquier momento iban a desplomarse.

Es cierto que apenas van dos meses de temporada regular y que todavía falta un mundo de campaña por delante, pero con marca de 22-4, por el momento, se pueden proclamar los líderes de la Conferencia del Oeste y de su División, la del Noroeste.
LaMarcus Aldridge fue nombrado de nueva cuenta como el jugador de la semana, y es la tercera ocasión en que se hace acreedor a dicha nominación. Para darnos una idea de lo que esto significa, ningún jugador en la NBA en lo que va de la presente temporada, ha tenido tal número de nominaciones.

Puede ser que esta sea la temporada en la que Portland explote su potencial y lo que está haciendo Aldridge es crucial para que el infortunado equipo (por su mala suerte con jugadores tomados en el Draft y lesiones crónicas con algunos de ellos) le dé un giro a su suerte.

Otro de esos jugadores que ha causado revuelo en la ciudad de Portland, desde su arribo la campaña pasada y proveniente de la modesta universidad de Weber State, el movedor Damian Lillard, quien ganó la distinción del novato del año en 2012-2013, está madurando a un paso vertiginoso y se está ganando el respeto de sus contrapartes en la Liga.

En la noche del lunes, Lillard, como uno de los líderes del quinteto que entrena el coach Terry Stotts,tenía la posibilidad de mandar infelices a sus hogares a los más de 15 mil aficionados que fueron a ver el juego entre los Cavaliers de
Cleveland ante Portland en la Quicken Loans Arena.

Con el juego en el alambre, empatado a 116 en los segundos finales del cuarto periodo, los Blazers decidieron dejarlo en las manos de Lillard. Esto fue lo que aconteció



Incluso a través de su cuenta de Twitter (@KingJames) LeBron James, quien estaba viendo el juego por televisión, dijo que hasta ahora en lo que iba de la temporada, ese juego entre Cavs y Blazers era uno de los mejores o el mejor.

Pero lo que está quedando claro es que Portland no tiene pensado desplomarse, por lo menos en el corto plazo y es entretenido ver jugar a un equipo con dinamismo, versatilidad y que se está haciendo adicto a ganar.