Los Knicks tienen algo para festejar

Con el peor récord de la liga, los aficionados de los Knicks de Nueva York tienen poco que celebrar. Pero por fortuna, para atravesar estos tiempos difíciles, tienen algunas píldoras para mitigar el dolor.

Aunque también tienen momentos muy amargos. Ya vimos cómo algunos aficionados han manifestado su vergüenza al usar bolsas de papel para ocultar sus rostros.



Y estos episodios de frustración tras el mal paso del equipo y las promesas incumplidas de Phil Jackson, el entrenador más ganador de todos los tiempos en la NBA, en su rol de presidente del equipo neoyorquino, han derivado en furia incluso, con un intercambio iracundo de correos electrónicos entre un aficionado de toda la vida al equipo con el actual propietario de los Knickerbokers, James Dolan, que acabó en un arrepentimiento del mandamás de los inquilinos del Madison Square Garden.

Pero eso no es todo, en el partido de la noche del martes entre los Knicks y los Kings de Sacramento en el MSG, un fanático pareció haber visto suficiente y decidió manifestarse arrojando objetos a al duela mientras el partido estaba en desarrollo.



Parte de esos paliativos para no pasarlo tan mal es la presencia del Jason Smith, uno de los titulares del equipo que está dejando una mala impresión sobre la duela, pero no sus pasos de baile.
Sorprende ver moverse así a un hombre de una estatura de 2,11 metros.



Aunque esta temporada Smith está apenas promediando 7.9 puntos y 3.9 rebotes por encuentro, eso no le impide darse gusto bailando y provocarle algunas sonrisas a los atribulados fanáticos neoyorquinos.



¿Cierto Tom?