Hazaña por una beca y 10 mil dólares

Por Israel Germán

Quizás jamás hayan oído hablar de la modesta universidad llamada Bryan College (aunque he de confesar que yo tampoco), la cual está en la localidad de Dayton, en el estado de Tennessee.

El mote de guerra en lo deportivo los refiere como los Lions y el programa deportivo de esta institución académica es tan modesto, que ni siquiera participa en la NCAA, sino en la NAIA, lo cual significa que está regida por el organismo que se encarga de regular a las universidades y colegios de menor matrícula y poder monetario en los Estados Unidos.

Pero a fines de año pasado, organizaron un evento, teniendo como pretexto el baloncesto, para ayudar a algunos de sus estudiantes para solventar sus gastos en materia de educación, la cual no es precisamente barata en la Unión Americana.

Un chico de nombre Gustavo Ángel Tamayo, estaba buscando precisamente eso, darle un empujón a sus finanzas pero la única manera de hacerlo era obtener 10 mil dólares mediante el basquetbol. El problema es que tenía un dedo fracturado.

Aún así, pese al hándicap de tener un dedo roto, decidió intentar hacer un reto que consistía en hacer una bandeja, un tiro libre, un triple y un tiro de media cancha en tan solo 30 segundos…

Al margen de decir cuán complicado puede ser ejecutar estas tareas basquetboleras en ese orden, hay que sumarle la presión de un auditorio repleto, la presión del tiempo y de la desventaja de hacerlo con una mano a medio funcionar…

Les presentamos lo que sucedió con la intentona de este chico que contra todos los pronósticos no sólo debía vencer el tiempo y su dedo roto, sino meter las canastas desde los puntos acordados…

Afortunadamente alguien más, desde otro punto del gimnasio, estaba documentando el acontecimiento, y es por ello que les presentamos otro ángulo de esta proeza.

¿Será acaso que el segundo nombre del chico ayudó?

La cuestión aquí es que de una manera u otra, el basquetbol fungió como instrumento para hacerle la vida más llevadera a alguien.