Gran gesto de los Blazers

La manera en la que trabajan las organizaciones deportivas, profesionales o no profesionales, en los Estados Unidos les permite abarcar muchas áreas y tener cubiertas diversas necesidades y aspectos.

No sólo cubren el panorama comercial a cabalidad, con acuerdos comerciales que se pactan con diversas empresas o patrocinadores con quienes realizan actividades y promociones de todo tipo.

No se diga el aspecto deportivo, pues siempre, por encima de todas las cosas, el competir en la actividad o deporte en el que se está inmiscuido, es la premisa básica y principal. Y además existen los mecanismos para asegurar que los menos privilegiados, en el tema deportivo, tengan las facilidades para conseguir las mejores piezas en ese proceso llamado reconstrucción.

Al tener resueltas o, por lo menos asegurado el tema primordial para ser parte de una liga y el mecanismo para producir los fondos que les permitan operar administrativamente, los equipos de la NBA, NHL, MLB y NFL tienen la capacidad de involucrarse en otros segmentos como el social.

No es noticia novedosa enterarnos que, por citar un ejemplo, un equipo de la NHL como los Pingüinos de Pittsburgh o los Kings de Los Ángeles se sumaron a una cruzada contra el maltrato animal, o que los Jefes de Kansas City donaron tal cantidad de dinero a una fundación, que los Mets de Nueva York ayudaron a construir un centro de rehabilitación contra las  drogas o, como lo contamos hace un tiempo, que el Thunder de Oklahoma City pudo ayudar a reconstruir unas canchas de baloncesto en comunidades donde un tornado arrasó con todo.

Es por eso que los Blazers de Portland, equipo que es propiedad de Paul Allen, el co fundador de Microsoft —y uno de los millonarios más potentados del planeta—, tuvieron el sentimiento a flor de piel para realizar un acto de entera admiración.

Sandra ‘Sandy’ Zickefoose es un nombre que quizás nos diga muy poco hasta ahora, o muy probablemente no nos indique nada, pero Sandy era una poseedora de boletos de temporada, o abonada, de los Trailblazers.

Sandy
Sandy



Ella estuvo presente en el partido del pasado 6 de noviembre cuando Portland enfrentó en el Moda Center a los Mavericks de Dallas, partido que el equipo de casa ganó 108-87. El tema es que ya no pudo quedarse para ver esa victoria.

Sandy colapsó en medio del partido, de inmediato fue llevada al hospital más cercano y falleció. Tenía 67 años.

Sandy
Sandy



Como un tributo, la organización de los Blazers decidió tener un detalle con la aficionada y mostraron unas camisetas con la leyenda ‘Sandy’ en los calentamientos previos al partido ante los Nuggets de Denver el domingo anterior.

El coach de Portland, Terry Stotts, declaró al diario The Oregonian que era al menos un pequeño gesto del equipo en aras de rendir un tributo a alguien que le dio todo a los Blazers.

También, como detalle simbólico, en su asiento de todos los juegos, se colocó una rosa en memoria de Sandy, a quien extrañarán en el Moda Center.

Sandra ‘Sandy’ Zickefoose

Sandy
Sandy