Falleció Lauren Hill

Esta batalla era el equivalente a ir abajo por 20 puntos con menos de dos minutos restando en el reloj y pretender ganar, es decir, un pronóstico donde las esperanzas no son muchas, de hecho, casi a la espera de un milagro.

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Lauren Hill murió a los 19 años. La chica que se convirtió en una inspiración al jugar al baloncesto universitario mientras lidiaba con un inoperable tumor en el cerebro, falleció la madrugada de este viernes, de acuerdo a un informe de su fundación sin fines de lucro.



El pasado 2 de noviembre, su escuela, Mount St. Joseph, de la División III de la NCAA, en el estado de Ohio, aceleró los procesos e incluso envió una petición al organismo para celebrar su juego inaugural un par de semanas antes de que comenzara la campaña, debido a que querían que Hill participara en un último encuentro de temporada regular oficial. Deseo concedido e incluso el juego fue albergado en el gimnasio de la Universidad de Xavier, ubicada en Cincinnati.



En 2013, en su último año en la preparatoria, Lauren fue diagnosticada con un tumor cerebral terminal y a pesar de ello, se enroló en Mount St. Joseph, donde pretendía prolongar su carrera como jugadora de baloncesto.

Puede apreciarse en el video cómo su salud ya había mermado sensiblemente, por eso apenas se le permitió jugar 17 segundos, tiempo en el que anotó una canasta en un tiro, se fue perfecta, del mismo modo en que fue para ella ese partido tan especial.



“Es un sueño hecho realidad”, expresó Hill aquella noche”, “Jugar en un escenario de esta magnitud, poner los pies en esta duela y escuchar el estruendo de la gente. Me encanta, adoro el basquetbol”.

Hill terminó jugando en cuatro encuentros, y en ese lapso, ayudó al comienzo de una fundación sin fines de lucro que recaudó más de 1.5 millones de dólares para la investigación del cáncer.


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Si duda, el fallecimiento de Hill era tristemente esperado, con un diagnóstico de esa magnitud, las esperanzas eran magras, pero lo que podemos y debemos rescatar de una historia de vida como esta, es que siempre hay que luchar, no importa cuán adverso sea el pronóstico, no sólo porque sea más digno, sino porque también se puede intentar impactar positivamente a otros quienes tengan una mayor expectativa y empujarlos a pelear, siempre.