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El show de Mo Williams

Esta temporada los Timberwolves de Minnesota se han encargado de hacer más infelices y miserables a sus fanáticos. La directiva permitió la salida de Kevin Love, uno de los mejores jugadores que jamás haya tenido la franquicia, desde que se fundó en 1990.

Por otra parte, pueden contar algunas anécdotas, como el tener el privilegio de haber jugado en la Ciudad de México un partido oficial de temporada regular ante los Rockets de Houston, aunque como habrán de imaginarse, perdieron.

La actual temporada ha sido gris, triste, empañada de mediocridad y de incertidumbre, un equipo lleno de jugadores de mediana calidad, novatos que están demasiado verdes y con sus mejores jugadores, el base español Ricky Rubio y el pívot montenegrino Nikola Pekovic, fuera la mayor parte del tiempo a causa de las lesiones.

Pero la noche del martes, por lo menos esa noche, aunque fuera en gira, los Timberwolves le dieron algo para sonreír a su abatida y atribulada afición.
Mo Williams, alguna vez reclutado al Juego de las Estrellas y finalista con los Cavaliers de Cleveland, tuvo la mejor actuación de su carrera: 52 puntos.

Mo estaba encendido, incandescente y hasta se podría decir que inconsciente, todo lo que tiraba lo metía, los rivales, los Pacers de Indiana, no encontraban una respuesta a cómo detenerlo, siquiera neutralizarlo.

El juego tuvo de todo, como la expulsión del poste de los Pacers, Roy Hibbert, por una falta flagrante, categoría 2, que fue motivo suficiente para echarlo del partido por derribar deliberadamente a Gorgui Dieng.

Pero quien acaparó los reflectores fue Mo Williams sin lugar a dudas. El veterano puso la vara muy alta.

En la presente campaña, tanto Pau Gasol de los Chicago Bulls como Carmelo Anthony de los Knicks de Nueva York, poseían la marca de más puntos anotados esta temporada con 46.

De sobra sale decir que es el máximo puntaje alcanzado por Mo en su carrera. En el partido ante Indiana, Williams encestó 19 de 33 tiros, 6 de 11 tiros de tres puntos, 8 de 9 desde la línea de tiros libres, capturó cuatro rebotes, repartió siete asistencias y jugó 44 minutos para despacharse con 52 tantos.

El coach de los Timberwolves, Flip Saunders, dijo que le ha tocado ver en sus 17 años en la NBA cosas increíbles pero que lo de Mo fue algo único, completamente diferente.

Y cómo no lo iba a ser, pues con este triunfo de 110-101 Minnesota cortó una pesada cadena de 15 derrotas de manera consecutiva, así que por lo menos dejaron la mala racha con muchísimo estilo. Williams dejó su nombre para la posteridad, pues nadie en la historia de la franquicia había anotado tal cantidad de puntos. El anterior poseedor del récord era justamente Kevin Love, cuando en 2013 anotó 51, aunque el año pasado Corey Brewer anotó 51 también. En 2007, Kevin Garnett había anotado 47 y esa era la marca histórica de los T’wolves.

Les compartimos algo de lo mejor de esa noche increíble de Mo Williams en el Bankers Life Fieldhouse, que por cierto, es la mayor cifra de puntos que anota un jugador en ese edificio.