El inmisericorde Paul Pierce

El alero Paul Pierce, de los Washington Wizards, habla con los árbitros durante el primer partido de la primera ronda de playoffs ante los Raptors, el 18 de abril de 2015, en Toronto (Canadá) (GETTY/AFP | Claus Andersen)
El alero Paul Pierce, de los Washington Wizards, habla con los árbitros durante el primer partido de la primera ronda de playoffs ante los Raptors, el 18 de abril de 2015, en Toronto (Canadá) (GETTY/AFP | Claus Andersen)

 

Shaquille O’Neal, el gran poste que forjó una dinastía con los Lakers de Los Ángeles y que marcó toda una era en la NBA, solía ponerle apodos a sus compañeros y a los rivales también. Uno de ellos fue The Truth (La Verdad) y se lo endilgó a Paul Pierce, uno de los grandes símbolos de los Celtics de Boston.

Tras un encuentro entre Celtics y Lakers, Shaquille lo bautizó como The Truth porque les anotó 42 puntos y dijo que, en aquel entonces ese chico de 23 años, demostraba que podía jugar pero no así de bien, y de hecho O’Neal pidió, en sus declaraciones a la prensa, que se le acreditara con aquel apodo.

Pero nunca el sobrenombre de Pierce ha sido tan contundente y ha tenido tanto sentido como ahora, a sus 37 y lejos de la ciudad y del equipo en que brilló intensamente.

Antes de comenzar la serie de primera ronda de los Playoffs entre los Wizards de Washington y los Raptors de Toronto, Pierce consideró que su equipo era bastante mejor que los canadienses, a pesar de que los inquilinos del Air Canada Centre se clasificaron como cuartos a la postemporada y tuvieron mejor récord que ellos. Paul dijo que Toronto no tenía ese algo.

Dwayne Casey, entrenador de los Raptors, no entendía a qué se refería Pierce, así como Masai Ujiri, gerente general del equipo canadiense, quien incluso se enfrascó en un dimes y diretes a través de la prensa y fue multado. Lo logró The Truth, se metió en la cabeza de todos los integrantes de Toronto, incluso de aquellos quienes no iban a jgar.

 

La realidad es que la animadversión entre Pierce y Toronto data de un año atrás, cuando en el Juego 7 de la serie de primera fase entre los Raptors y los Nets de Brooklyn, su equipo la campaña pasada tras ser canjeado por los Celtics, llevaron ese choque a lo máximo en el mismísimo Air Canada Centre, y la serie, por si no lo recuerdan, quedó sellada de este modo…

 

 

Por eso es que las declaraciones de Pierce calaron todavía más hondo esta postemporada, pero la verdad es que Toronto llegó en un pésimo momento a los Playoffs, pues de los siete partidos de temporada regular disputados en abril, sólo pudieron ganarle a los equipos que no se clasificaron a Playoffs (Miami, Charlotte, Minnesota y Orlando), mientras cayeron en dos ocasiones con Boston y una más contra Brooklyn.

 

Pierce, siempre se ha distinguido por ser un bocazas, un bravucón hecho y derecho, pero no hay mayor grandeza que respaldar el dicho con el resultado y lo hizo con creces el otrora estrella de los Celtics.

 

 

Después de ese triple sanguinario y sin el menor aprecio, se reportaron millones de corazones rotos en la provincia de Ontario. Y es más odiado todavía al mofarse de los aficionados con un post que hizo en Facebook y que les compartimos. Mientras el lema de los Raptors era “We the North” (Somos el Norte), haciendo alusión a la popular serie Game of Thrones, Pierce les dejó este regalito intitulado “King in the North” o Rey en el Norte…

 

Deportivamente hablando, la última vez que un equipo de Toronto pudo paladear un campeonato de una liga deportiva grande, fue en 1992, cuando Joe Carter le botó la pelota en el Juego 6 de la Serie Mundial de 1993 a los Phillies de Filadelfia.


 

 

 

Mientras ese siga siendo el recuerdo deportivo más grato para Toronto, entonces los seguirá torturando este otro…

 

 

No cabe duda que por ahora no hay peor lugar para hablar de deportes que Toronto, hoy en día, la ciudad de los corazones rotos.