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Draymond Green, ¿el jugador más sucio en la NBA?

A lo largo de la historia de la NBA nunca han faltado aquellos jugadores que se destacaron por su dureza a la hora de estar en la duela, y que en muchas ocasiones rebasaban los límites de la honestidad y la legalidad, los perfectos incendiarios y quienes en muchas ocasiones sacaban de sus casillas a los más cautos, a los más prudentes.

OAKLAND, CA - APRIL 27:  Draymond Green #23 of the Golden State Warriors reacts during their game against the Houston Rockets in Game Five of the Western Conference Quarterfinals during the 2016 NBA Playoffs at ORACLE Arena on April 27, 2016 in Oakland, California. NOTE TO USER: User expressly acknowledges and agrees that, by downloading and or using this photograph, user is consenting to the terms and conditions of Getty Images License Agreement.  (Photo by Ezra Shaw/Getty Images)

 

Uno de los más grandes referentes en ese tenor ha sido Bill Laimbeer, delantero de los Pistones de Detroit de la década de los 80 y 90 que se distinguió por su buen tiro de media y larga distancia, su tenacidad para pelear por los rebotes, pero sobre todo por ser bastante sucio y un saca chispas, jugar contra los Pistons en esa época era casi equivalente de tener una pelea segura con él.

 

 

Pero si hay que reconocerle algo al peleonero de Laimbeer, es que siempre daba la cara y nunca retrocedía ante una trifulca, porque él sabía que era provocador y que debía asumir las consecuencias de ese estilo de juego intimidante, agresivo y capaz de generar las reacciones más imprevistas en sus desquiciados rivales. Incluso en las entrevistas cuando se le cuestionaba a Laimbeer sobre su estilo de juego, nunca negó que así era y se enorgullecía al decir que no iba a cambiar. Un tipo frontal, hay que reconocérselo.

En estos tiempos tampoco hace falta un jugador de esta naturaleza. Su nombre es Draymond Green, delantero de los Golden State Warriors, quien desde su llegada a la NBA se ha transformado en un bravucón, algo que no mostraba cuando militaba con los Spartans de Michigan State en el baloncesto universitario estadounidense.

Después del campeonato obtenido la temporada anterior con los Warriors, el ego de Green, como el de sus camaradas en Golden State, se fue al alza. Pero esto trajo como consecuencia a un Draymond inédito, y de paso (disculpen fanáticos de los Warriors -nuevos, sobre todo, y viejos- por esto) creó o liberó un monstruo que se ha dedicado a dar golpes bajos, y que lo ha llevado a ser señalado como un jugador desleal, sucio.

 

 

Pero Green parece el tipo de persona que siempre quiere superarse, aunque no por las razones apropiadas. En el Juego 2 de la serie ante el Oklahoma City Thunder, tundió con un rodillazo en las partes privadas al neozelandés Steven Adams y se salió con la suya.

Pero en el Juego 3, parece que ya rebasó por mucho los límites de lo permitido. En una jugada en la que atacó el aro y lo defendía Adams, a Green se le hizo fácil concluirla con una parada que el mismísimo Karate Kid le habría envidiado. Un movimiento completamente antinatural, ajeno al basquetbol y que pudo haber lesionado a Steven. Juzguen ustedes...

 

 

Lo que molesta (y ya es decir demasiado) todavía más que la artera patada a las zonas blandas de Adams, es que Green afirma, jura y perjura que no fue una acción malintencionada. Pero con la reputación que tiene, el número de faltas técnicas que le cobran y que él mismo reconoce que es un problema, ustedes son los mejores jueces...

 

 

¿Debe ser castigado Draymond Green por sus acciones o no?

 

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