Destino favorito de la NBA, México

Aún está fresca en la memoria la escena de jugadores y público buscando escabullirse ante una densa cortina de humo negro que fue propiciada por el estallido de un trasformador que proveía de energía a la flamante Arena Ciudad de México, sede de muchos eventos de gran talla y que jamás había presentado inconveniente de ningún tipo antes.

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México dio una pésima imagen ante la NBA, sus fanáticos y al mundo entero aquel fatídico 4 de diciembre de 2013 cuando el partido pactado entre los Timberwolves de Minnesota y los Spurs de San Antonio se canceló.

Pero la NBA, la afición mexicana, los jugadores y el propio personal de la ACM han decidido darle la vuelta a la página, no quieren volver a pensar en el tema y ver para adelante.

Por ese motivo, este miércoles por la noche, los mismos Timberwolves y los Rockets de Houston disputarán el partido 21 de la historia en tierras mexicanas. Ninguna otra nación en el mundo, fuera de los Estados Unidos y Canadá por obvias razones, ha sido sede de tal cantidad de partidos de la mejor liga de baloncesto del mundo.

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El reto será llenar una arena con capacidad superior a los 20 mil aficionados, incluso más grande que varias que existen en los Estados Unidos como la de Milwaukee, Sacramento o Nuevas Orleans, entre otras.

Pero, si bien hay que ser sinceros, los Timberwolves sin el base español Ricky Rubio, quien no viene a México por una lesión en el tobillo que lo mantendrá fuera de la acción por dos meses, son un equipo ordinario.

Es cierto, tienen en sus filas a Andrew Wiggins, el joven canadiense que fue la primera selección global del pasado Draft de la NBA, un tipo muy talentoso pero cuyas páginas en la NBA todavía están en blanco. El pívot montenegrino Nikola Pekovic es quizás uno de los jugadores más atractivos que puede mostrar el equipo de Minnesota, así como el alero Chase Budinger.

No será un año fácil para el entrenador Flip Saunders, quien necesitará tiempo y paciencia para poner las piezas en su debido lugar.

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Del otro lado, la historia es diferente con los Rockets de Houston, un equipo que tiene mucha historia con México, pues de los 17 equipos de la NBA que han venido a México, los de la ciudad espacial y los Mavericks de Dallas son los más asiduos visitantes, con cinco pasajes a tierras mexicanas.

Y su panorama es otro, al igual que sus aspiraciones. Mientras Minnesota es un equipo lleno de talento joven, forjándose, cocinándose a fuego lento y buscar contender en un par de años, Houston es un equipo que apunta más alto, con jugadores como Trevor Ariza, dos veces ganador de la corona en la liga con los Lakers, y jugadores como Dwight Howard y James Harden, quienes ya saben lo que es llegar a unas Finales, aunque las perdieron, es el personal en el que el coach Kevin McHale se respaldará para buscar llegar más lejos en la postemporada, pues el año pasado la salida fue tempranera y decepcionante, en primera ronda a manos de los Traiblazers de Portland.

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Todo este contexto sirve para entender el tipo de equipos vamos a ver en la duela este miércoles en la ACM. Es lógico, el favorito indiscutible es Houston, pero en la NBA, cualquier noche, en cualquier partido, todo puede pasar y no se debe dar por descontados a los Wolves.

Mucha gente se pregunta el porqué la NBA no trae a LeBron James, a Kobe Bryant, a Kevin Durant o a algunas otras estrellas.

La respuesta a ciencia cierta no se sabe, pero lo que es una realidad, es que muy pocos encuentros NBA en México ha decepcionado, por lo menos el aficionado se va a casa después de ver el partido, satisfecho, sintiendo que el valor pagado por la entrada ha valido la pena.

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Pero también, siempre que viene la liga, deja una huella positiva en aquellos que presencian las clínicas que ofrecen y no se diga de aquellos quienes las toman, estar de la mano de las grandes estrellas del baloncesto del mundo, no es cosa de todos los días y es una experiencia que atesoran esos pocos que son realmente afortunados.

Este año, el privilegio lo tuvieron también los chicos de olimpiadas especiales, un nutrido grupo de niños y jóvenes de capacidades diferentes que tienen el gusto por el baloncesto y que son dichosos de recibir los consejos de los profesionales para las cosas más esenciales, como botar el balón, pasarlo y tirar a la canasta.

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También otro interesante grupo pudo compartir la majestuosa duela de la ACM con los jugadores NBA: las chicas de la comunidad Tarahumara. Desde el lejano estado de Chihuahua, entusiastas jóvenes hicieron el viaje hasta la capital del país con la intención de jugar, convivir y aprender de los profesionales en la materia.

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Dwight Howard fue uno de los tipos más solicitados y, a fuerza de ser sincero, el pívot de los Rockets fue extremadamente simpático, ameno, atento, juguetón y parecía natural, muy divertido y al mismo tiempo de pasársela bien, logró que un grupo de chicos y chicas tengan un día que se llevarán para el resto de sus vidas como uno muy especial.

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La NBA está en México y de esto no hay todos los días, eso es seguro. Por eso, hay que disfrutar cada segundo del mejor baloncesto del planeta ahora que está de visita en este país.