Demasiado ímpetu de LeBron

Horas antes del partido de la noche del martes entre Cleveland y Phoenix, el astro de los Cavaliers, LeBron James, anunció a través de las redes sociales que estaría de regreso tras dos semanas de ausencia debido a lesiones en la rodilla y la espalda que, dicho sea de paso, es el periodo más largo que el King James ha tenido que ausentarse de las duelas por ese motivo.

Para los Cavs hay una buena y una mala, además de una anécdota, pero vamos por partes para que esto tenga toda la coherencia.

La buena noticia es que LeBron se vio bastante bien en su retorno, quizás por momentos, y de manera totalmente entendible, se notó fuera de ritmo, como si dice en el argot coloquial, desencanchado. Pero anotó 33 puntos y recuperó siete rebotes en 37 minutos y por momentos cargó con el equipo al hombro en un partido que se complicó y que llegaron a ir perdiendo hasta por 17 puntos, pero volvieron y compitieron incluso en la parte final del encuentro llegaron a poseer ventaja en el mismo.

La mala noticia es que los Cavaliers perdieron, es su sexta derrota consecutiva y se ponen ahora con foja de 19-20, todavía están en terrenos de postemporada (sexto lugar), aunque sinceramente el equipo no está donde se supone que debe estar y 11.5 juegos los separan de la sorpresa del Este, los Halcones de Atlanta, los máximos clasificados de la Conferencia.

Pueden llamarle teorías de conspiración, hipótesis ociosas o especulaciones, pero de que las cosas no están bien en Cleveland, no lo están.

Muestra de ello es que ayer, al calor del partido, LeBron empujó a su entrenador David Blatt mientras se enfrascaba en una arrebatinga con Marcus Morris en el segundo cuarto del partido.



Al final del partido, tanto James como Blatt le restaron importancia al hecho. LeBron dijo que empujó a su entrenador porque estaba tratando de protegerlo de que le cobraran una falta técnica, y el coach mencionó que estaba buscando proteger a su jugador estelar.

Sin embargo, empezaron a surgir diversos rumores acerca de discrepancia al interior del vestidor de los Cavs y, por el momento, no se trata de los jugadores, sino del cuerpo de entrenadores, pues se rumora que Blatt pasa por alto algunas jugadas que el staff envía o sugiere para determinados momentos de un encuentro y Blatt es quien toma la última decisión.

Si estos Cavaliers no empiezan a enderezar el rumbo y a virar en la dirección en la que se supone deben caminar, entonces van a surgir problemas que quizás no tengan otra solución más que abortar la misión.

Si de consuelo sirve, si es que así se puede ver, no es la primera vez que LeBron tiene un encontronazo de este tipo con un entrenador, pues ya sucedió cuando estaba en Miami con Erik Spoelstra.