Crudo testimonio sobre Arenas

Quizás por ahora no esté en sus mentes como un fresco recuerdo, pero probablemente se acuerden de Gilbert Arenas, el otrora estrella de los Washington Wizards cuya carrera iba a la alza para desplomarse estrepitosamente hacia el suelo sin remedio alguno.

El tema de poseer armas e incluso tenerlas en el vestidor del equipo fue una revelación aterradora, grotesca y una señal de que algo andaba mal con el Agente 0 (por el número que utilizaba).

Figurar en las portadas de las revistas, ser una obligada selección al Juego de las Estrellas, aparecer en las portadas de los juegos de video, protagonizar comerciales, atraer patrocinios, señas inequívocas de que estás en tu momento, justo eso estaba viviendo Arenas cuando cayó en gracia.





Su excompañero en los Wizards, Caron Butler, publicó un libro recientemente, una autobiografía llamada Tuff Juice: My Journey from the Streets to the NBA, en el que detalla la complicada niñez que tuvo y cómo se las arregló para llegar a la mejor liga de basquetbol del planeta, aunque llama la atención que dedicó muchas páginas al incidente en 2009 de las pistolas en el vestidor de Arenas, razón por la que el jugador se cerró las puertas en la liga.

De acuedo con Butler, la situación empezó cuando el compañero de Arenas, Javaris Crittenton y algunos otros jugadores apostaron en un juego de cartas durante un vuelo hacia Phoenix. Arenas se rehusó a pagarle a Crittenton 1,100 dólares, lo que casi llega a los golpes.

Butler le dijo a Arenas que le pagara, pero se rehusó y la discusión se elevó y se elevó, lo que resultó en serias amenazas.

“Te veré en la práctica y ya sabes lo que voy a hacer”, le dijo Arenas a Crittenton, quien respondió “¿Qué demonios quieres decir con ‘ya sabes qué es lo que haré’?”.

Arenas respondió: “Yo juego con armas”, pero Javaris le dijo “Yo juego con armas también”.

Los Wizards tuvieron entrenamiento un par de días después de eso, y la tensión alcanzó un punto álgido dentro del vestidor. Butler dijo que Arenas tenía cuatro armas en frente de su vestidor y le estaba pidiendo a Crittenton que eligiera una.

“Oye infeliz, ven y escoge una. Voy a matarte con una de estas”, Gilbert le dijo a Javaris señalando hacia las pistolas.

“Oh no, no necesitas matarme con una de estas, porque aquí tengo una”, dijo Crittenton girándose lentamente, como un pistolero del Viejo Oeste.

Butler recuerda el momento y le pidió a Crittenton que bajara su arma, que pensara en su carrera y en su vida si jalaba del gatillo. A ese punto el vestidor se había vaciado y alguien llamó al 911.

Sin embargo, Butler sabía que ese era el fin para los Wizards tal y como estaban y que tendrían que comenzar desde cero. Arenas fue culpado de portar una pistola sin licencia y luego se declaró culpable. Crittenton fue culpado por posesión de arma y también se declaró culpable. Ambos fueron suspendidos por el equipo y Crittenton posteriormente fue cortado.

En abril de este año, Crittenton se declaró culpable de homicidio en un incidente en 2011 y fue sentenciado a 23 años de prisión.

Arenas intentó regresar a la NBA de 2010 a 2012 entre el Orlando Magic y los Memphis Grizzlies pero no le fue posible, una notoria baja de juego y con su reputación por el suelo, el permanecer en la NBA se acabó en un parpadeo, todo por una calentura, derivada de las famosas apuestas en los juegos de cartas que tanto popularizara Michael Jordan.

Aquí pueden hallar mayor información sobre el reciente libro de Caron Butler


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