Basquetbol, deporte edificador

FRM01 COMPOSTELA (FILIPINAS) 12/09/2014.- El jugador de los Portland Trail Blazers, Robin López (2ºdcha), dirige unos ejercicios de baloncesto con niños afectados por el supertifón Haiyan en la ciudad de Compostela, en la provincia de Cebú (Filipinas), hoy, viernes 12 de septiembre de 2014. Los jugadores de la NBA Robin López y Wesley Matthews, y el entrenador Avery Johnson han visitado a las comunidades afectadas por el tifón como parte de un plan de recuperación de la Asociación Nacional de Baloncesto (NBA) y World Vision. El tifón Haiyan ha sido el tifón más potente que se ha registrado, dejó al menos 10.000 muertos en Filipinas y destruyó más de un millón de casas, infraestructura y establecimientos comerciales. EFE/Jay Rommel Labra



No hay nada peor que una catástrofe causada por la madre naturaleza. Algunas de estas pueden advertirse con tiempo gracias a la tecnología, tomar ciertas medidas, sin que ello implique eludir la catástrofe de manera incólume.

El pasado 8 de noviembre de 2013, el Tifón Haiyan, uno de los más grandes y devastadores de los que se tenga registro, pasó por el archipiélago de las Filipinas, dejando tras su paso muerte, destrucción y desolación, además de cicatrices que todavía no sanan, muy en lo hondo de la gente tagala.

Más de seis mil 500 personas perdieron la vida en todo el país. Fue una catástrofe por el lado que se vea. Los vientos que alcanzaron velocidades de hasta 315 kilómetros por hora en su peor momento y luego, un cruel y vigoroso tsunami terminó de completar el coctel de devastación.

Los barcos encallados forman parte del paisaje y de la vida en Tacloban.<br /><br />Cr&eacute;dito: Chris McGrath/Getty Images
Los barcos encallados forman parte del paisaje y de la vida en Tacloban.

Crédito: Chris McGrath/Getty Images



Unos días después de la tragedia que causó Haiyan, con cadáveres por doquier en las calles filipinas y con toneladas y toneladas de escombros por recoger para comenzar a reconstruir, ocurrió un suceso que, en ese momento no cobró toda la magnitud que ahora tiene.

Quizás el personaje deportivo más grande que Filipinas haya visto nacer es Manny Pacquiao, uno de los mejores boxeadores de todos los tiempos, pero incluso él, como se ha delatado en múltiples ocasiones, poco pudo hacer para evitar que el baloncesto se convirtiera en su gran pasión, como el resto de sus compatriotas que aman el basquetbol y es el deporte nacional, pese a que la estatura promedio del habitante de este archipiélago no supera el 1,60 de estatura, una talla, en teoría, no “idónea” para la práctica de este deporte.

El sitio web del canal deportivo estadounidense Fox Sports nos presentó un documental en el que un grupo de hombres, junto con Jason Yu, pusieran la primera piedra de la reconstrucción de una nación que quedó desolada por el fatídico evento.

Los gimnasios donde se jugaba la liga filipina o en las calles donde con regularidad, hasta antes del tifón, la gente practicaba el deporte de sus amores, sufrió una radical e involuntaria transformación, convirtiéndose estos recintos en albergues o en pancartas buscando ayuda, comida y algo de misericordia ante la desgracia.

Una cáscara, pick up game o como suela llamársele en sus lugares de origen. En medio de los escombros, Yu, y un grupo de amigos, maltratados por la tragedia, decidieron erigir un tablero, sacar una sonrisa botando el balón y anotando, emulando lo que quizás sólo la reaparición de un ser querido que había perdido la vida habría podido causar.


Los m&aacute;s peque&ntilde;os se entretienen jugando en las calles con cualquier cosa. <br /><br />Cr&eacute;dito: Chris McGrath/Getty Images
Los más pequeños se entretienen jugando en las calles con cualquier cosa.

Crédito: Chris McGrath/Getty Images



Un fotógrafo en el lugar capturó la imagen, la colocó en las redes sociales y se volvió viral… el resto de las Filipinas lo supo y por todos lados empezaron a pulular las canchas de baloncesto, pues el tifón pudo haberse llevado sus casas, sus autos, sus propiedades más preciadas, incluso a sus seres amados, pero no les quitó la única otra cosa que los hacía felices: el basquetbol.

Les compartimos este link donde pueden ver esta historia conmovedora y que muestra la manera en la que un deporte comenzó a ayudar a una nación en desgracia…