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LeBron completa su mudanza de Miami

BRA12. RÍO DE JANEIRO (BRASIL), 11/10/2014.- El jugador de Cleveland Cavaliers Lebron James (i) defiende un balón frente a Luol Deng (d) de Miami Heat hoy, sábado 11 de octubre de 2014, durante un juego amistoso de pretemporada de la Liga Norteamericana de Baloncesto (NBA) celebrado en la arena de Barra en Río de Janeiro (Brasil). EFE/Antonio Lacerda



Todavía siguen resonando por las calles de Cleveland los vítores por el retorno del hijo pródigo a la ciudad que lo vio florecer y transformarse en uno de los basquetbolistas más célebres de los últimos tiempos, luego de pasar cuatro años en Miami, consiguiendo dos campeonatos de la NBA en cuatro viajes consecutivos a las Finales.

Pero con el anuncio de su salida del Heat, muchas cosas quedan atrás, como la amistad tan profunda que logró unirlo a Dwyane Wade y Chris Bosh, sus más grandes cómplices en la consecución de dos títulos en el sur de la Florida. También los rumbos que frecuentaba con asiduidad como South Beach y toda su oferta tentadora de restaurantes y centros nocturnos.

Pero LeBron debe cortar ya sus lazos con el estado donde brilla el sol y para eso ya puso a la venta su lujosa mansión la cual le costó nueve millones de dólares cuando la compró, en 2010.



Ahora la propiedad ha elevado considerablemente su valor y está enlistada por 17 millones de dólares, y según una empresa especializada en los bienes raíces, es una de las propiedades más opulentas de todo Miami, con una cocina enorme, una cava-bodega, mini sala de cine y un asoleadero privado, al cual se llega desde el dormitorio principal.

A través de casi todas las habitaciones, de grandes ventanales, se puede ver la costa de la Florida, las aguas del Golfo de México, incluso un pequeño muelle donde puede atracar dos yates de unos 18 metros cada uno.

No cabe la menor de las dudas que la propiedad es de primer lujo, una auténtica mansión para un Rey, pero la pregunta aquí es saber si podrá hallar un comprador para esa gran propiedad, o si pasará la misma suerte que Michael Jordan, quien aún no ha vendido una mansión en Chicago y cada vez ha tenido que rebajar más el precio para poder venderla.