Mateo Kovacic celebra la renovación de Luka Modric

Mateo Kovacic celebra la renovación de Luka Modric

Tras la sonada renovación de Toni Kroos la semana pasada, esta le tocó el turno a Luka Modric, el gran líder creativo del Real Madrid en el mediocampo. Con 31 años recien cumplidos, el croata ve su vinculación al club blanco ampliada hasta el 2020, cuando con 34 años seguramente decida poner fin a su carrera deportiva.

El madridismo está de enhorabuena, porque quizás desde la llegada de Fernando Redondo en 1994, no se había podido disfrutar en el club de un jugador de la calidad técnica y táctica como la del croata, que sin hacer ruido se ha convertido en uno de los futbolistas imprescindibles del grupo.

Pero quizás nadie esté más contento que su compatriota Mateo Kovacic de la renovación de Luka Modric.

El joven centrocampista llegó desde el Inter de Milán el año pasado por una cifra escandalosa: 30 millones de euros. Con 20 años, y sin el recorrido suficiente en el más alto nivel, al croata le costó adaptarse, pero Luka Modric le acogió bajo su ala y se convirtió en su mentor dentro del vestuario.

Al calor de la veteranía del ex del Tottenham, Mateo Kovacic ha ido creciendo a pasos agigantados. Pocos en la plantilla tienen la conducción de balón con la que él cuenta, y la habilidad para comandar el mediocampo desde la posesión en una amplia franja del medio sector. Comete errores típicos de la falta de minutos y experiencia, pues a veces pierde el balón en zonas peligrosas del campo, y no ha desarrollado aun el sentido táctico necesario para coronarse en líder del balance ofensivo-defensivo del equipo. Pero en su juego y en su forma de manejarse sobre el terreno se adivinan las habilidades necesarias para ser un jugador importante en el club de cara al futuro.

Kovacic decidió no salir cedido este verano pasado para luchar por un puesto en el equipo de Zidane, y poco a poco ha ido ganando minutos de calidad y convirtiéndose en un jugador clave en el relevo y las rotaciones del técnico francés.

En condiciones normales, nada hace presagiar que Kovacic pueda arrebatar el puesto de titular indiscutible a Modric o a Kroos en el corto plazo, pero eso quizás sea lo mejor que le pueda ocurrir a su carrera. Sin la presión de tener que llevar la batuta del juego del equipo, el joven croata podrá seguir creciendo y desarrollándose al amparo de su "hermano mayor", que seguirá siendo el faro del equipo mientras el cuerpo aguante.

Y cuando ya no aguante, será el propio Kovacic quien probablemente esté preparado para agarrar las riendas y convertirse en el motor del equipo blanco de cara a la próxima década.

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