James, enemigo público número uno

James, enemigo público número uno

Nadie tiene muy claro que ocurre con James Rodríguez. Es cierto que los técnicos del perfil de Benítez suelen buscar un chivo expiatorio dentro del equipo para demostrar su poder: cabe recordar los casos de Capello con Sanchís, Mourinho con Pedro León o ahora con Hazard en el Chelsea, y del propio Benítez con Terry también en el Chelsea. Pero que uno de los mejores jugadores, si no el mejor en estos momentos, de la plantilla sea el elegido parece no tener sentido alguno.

James Rodríguez se ha limitado a hacer su trabajo cuando las lesiones se lo han permitido. El colombiano llegó en gran forma tras la Copa América, pero Benítez no contó con él desde el principio. Así y todo, cada vez que pisó el terreno de juego, James lució su clase sobre la hierba, y ante el Betis -además- firmó dos verdaderos golazos.

Tras recuperarse de su lesión comenzaron los problemas. En una gala de la revista GQ James aseguró que el llevaba 15 días bien físicamente y que si no jugaba más era porque Benítez no lo consideraba necesario. Al técnico no le sintieron bien las palabras del atacante, que quizás por eso fue suplente en un partido clave para el equipo merengue como el de Sevilla. En la segunda parte, el colombiano saltó al terreno de juego y fue el único jugador que espoleó un poco al equipo, e incluso marcó el 2-3 para los blancos.

Su participación en el Clásico fue achacada a la directriz del club de jugar con "los mejores" en el partido más importante, pero su posiciíon en el campo le condenó a vagar por el mismo como un pobre fantasma. Las verdaderas intenciones de Benítez se vieron ante el Shakhtar, pues James se sentó en el banquillo y no jugó ni un sólo minuto. Danilo, Kroos y Benzema sí tuvieron minutos, y el colombiano fue así claramente marcado como el gran damnificado del Clásico, pues fue el único jugador que no pudo resarcirse sobre el campo -- aparte de Navas, que tenía día de descanso ya que el equipo estaba matemáticamente clasificado a octavos de final.

En Colombia la afición no entiende el por qué de esa fijación con James, ni por qué se ha puesto a su gran estrella en la picota, pero todos tienen claro que el ex del Mónaco le dará la vuelta a la situación porque ni el más necio de los entrenadores podría contener el caudal futbolístico de un genio como James Rodríguez.

También te puede interesar:

El mejor Benzema, siempre con Francia

Agarrados a Keylor Navas

Kroos y otros debuts soñados de jugadores del Real Madrid