Hasta que Bale dijo: "¡Presente!"

El centrocampista galés del Real Madrid Gareth Bale celebra el gol marcado ante el Málaga. EFE/Daniel Pérez
El centrocampista galés del Real Madrid Gareth Bale celebra el gol marcado ante el Málaga. EFE/Daniel Pérez

Gareth Bale no es el mismo después de su última lesión. Se le ve apagado, sin ritmo, y desencajado del sistema que tan buenos réditos le había dado al Real Madrid durante sus tres semanas lesionado.

Carlo Ancelotti, sin embargo, sigue pensando que el equipo es mejor con el galés en el campo, y por eso no pierde la oportunidad de brindarle los 90 minutos de juego --aunque eso signifique quitarle minutos a un Benzema que está imparable.

Pero Gareth, ante el Málaga, se mostró mucho más participativo en el juego, y se le veía con ganas de agradar a los aficionados madridistas que llegaron a La Rosaleda para ver el triunfo por 2-1.

Al final de cuentas, Bale sabe que lo que él aporta al equipo es diferente a lo que sus compañeros pueden aportar, y por eso intenta mostrar sus habilidades cada vez que puede.

Si no puede entrar en juego cada dos jugadas, al menos intenta dar lo mejor de si mismo cuando sí entra en contacto con el cuero, y en el minuto 80 de partido, recogió un servicio de Ronaldo para finiquitar el partido y brindar un récord histórico a Ancelotti al conseguir el 16to. triunfo consecutivo en partidos oficiales.

Su carrera de 35 metros batió a los defensores malaguistas, y con un sutil toque de derecha venció la oposición de Kameni para marcar su sexto gol en Liga.

Quizás estemos ante un punto de inflexión para el galés, que sabe que tiene mucho que demostrar y no puede dormirse en los laureles.

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