El primer enfado de Rafa Benítez nace en la banda derecha

La luna de miel del Rafa Benítez en su vuelta a casa está llegando a un abrupto final y la culpa nace en la banda derecha. El ex técnico del Nápoles fue muy claro al aterrizar en Madrid: necesitaba un delantero, un medio defensivo un lateral izquierdo y, sobre todo, un extremo derecho.

El club se apresuró en firmar el retorno de Lucas Vázquez del Espanyol, pero Benítez tenía otros nombres subrayados en su agenda. Raheem Sterling era la primera opción, pero el de Parla entendía que el precio de salida que pedía el Liverpool era sufiiciente como para tirar por tierra la operación, de ahí que pusiera su foco en el polivalente, talentoso, y mucho más asequible, Marco Reus.

El alemán era la opción más favorable del club blanco. Primero porque el Real Madrid tiene preferencia por el jugador tras el traspaso de Nuri Sahin al Borussia Dortmund el año pasado, con lo que por una cantidad en torno a los 35 millones de euros el atacante podría vestir de blanco esta temporada, pero sobre todo porque con él se solucionaban las necesidades en la banda y en el ataque --pero el club madridista, según informaba la Cadena Ser, no tiene intención ninguna de cerrar la contratación del teutón (ni de hacer ningún fichaje más, a menos que se desencalle la situación de De Gea o Ramos acabe firmando por el United).

Rafa Benítez no está para nada contento con la situación de ahí que probara a Isco en esa posición en el ataque madridista ante el City y que esté esperando como agua de mayo el retorno de James Rodríguez, pues aunque la opción de Vázquez no le desagrade del todo, el técnico no cree que el joven sea un jugador clave en la temporada que está por arrancar.

No ha pasado ni un mes desde su llegada al club blanco, y ya bajan turbias las aguas en el cauce merengue. Va a ser un año muy largo, sin duda.

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