Casillas mantiene su invicto, pero alimenta más dudas

El Real Madrid y el Atlético Madrid disputaron un partido vibrante en los primeros 90 minutos de la Super Copa española, y el 1-1 en el marcador deja muchas lecturas dependiendo de la forma en que se quiera contar la historia.

Por un lado, el 1-1 deja en una inmejorable situación al Atlético Madrid, que con el 0-0 inicial del viernes en el Calderón sería campeón del torneo. Además, se da la coincidencia de que nunca en la historia se ha dado que un equipo le diera la vuelta a un 1-1 en el partido de ida, por lo que los de Simeone tienen todas las de ganar para la vuelta.

Sin embargo, también se puede ver desde el prima opuesto. Para Iker Casillas, este es el derbi número 28 que juega sin conocer la derrota ante los colchoneros. Hay que recordar que el Real Madrid estuvo 14 años sin perder ante el Atlético, y que cuando lo hizo, en la final de Copa de 2013, fue con Diego López en la portería.

De cualquier manera, incluso esta estadística no logra borrar el amargo sabor que dejó la actuación del guardamenta madrileño. Es cierto que Iker hizo algunas paradas de mérito, pero una vez más, dejó muchas dudas en las salidas por alto, y se le nota en la cara que está muy falto de confianza. Cada jugada que no ejecuta a la perfección acaba siendo escrutinada por todo el estadio, y eso mina su moral para la siguiente acción.

Aunque Ancelotti se apresurara a asegurar que el gol no fue culpa del de móstoles, lo cierto es que una vez más un jugador le remató en boca de gol, en su propia área pequeña, sin que él hiciera nada al respecto.

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