Aunque se confía en Bale, la estrella sigue siendo Ronaldo

Aunque parezca mentira, en el Real Madrid se ha instalado con fuerza la idea de que el futuro del club descansa en los hombros de Gareth Bale y no de Cristiano Ronaldo. La idea, surgida como muchas otras de la cabeza de Florentino Pérez, no tiene sustento alguno en la realidad, pues el portugués fue el líder del equipo el año pasado, Pichichi y Bota de Oro europea con 61 goles y en esta pretemporada ya ha demostrado su insultante superioridad con respecto a compañeros y rivales.

Pero así y todo, alguién le dijo a Rafa Benítez que el caballo ganador de cara al futuro era Gareth Bale. El galés recibió la visita del nuevo técnico blanco en la concentración de Gales en junio y allí pudo escuchar de primera mano que el técnico tenía pensado colocarle como mediapunta con total libertad en ataque para que así sacara su mejor fútbol de dentro, y que en el club confiaban en él como el ícono de la próxima década.

Sin embargo, en dos semanas, Ronaldo le ha dado la vuelta a la tortilla y ha vuelto a reclamar -- con juego y goles-- su sitio como la máxima estrella del equipo. Benítez reculó tres días después de decir que el portugués era "uno de los mejores del mundo" y fue tajante al reconocer (ahora sí) que Ronaldo es "el mejor de todos. Cuando le ves entrenarse, y no descuidar un sólo detalle de su preparación día tras día, te das cuenta que estás ante alguién especial".

Pero es que además, según confirma el periódico Rotana de Emiratos Árabes Unidos, el PSG se reunió con Florentino Pérez y ofreció 120 millones de euros por el traspaso de Ronaldo, a lo que el presidente madridista respondió con un tajante no y les remitió a su claúsula de rescisión, cifrada en 1,000 millones de euros.

No es un detalle menor este. Ronaldo, con 30 años, y tras seis temporadas en el club, al cual llegó previo pago de 96 millones de euros, es un jugador más que amortizado tanto desde el punto de vista deportivo como el económico, y si la confía en Gareth Bale fuera completamente ciega, el club no hubiera dudado en aceptar los 120 millones de euros del PSG por el traspaso de CR7 y reflotar la plantilla con ese dinero.

Sin embargo, la decisión de Pérez y su junta denota que la fé en Ronaldo sigue siendo infinita y que, por mucho que quieran mirar al futuro e intentar apuntalarlo, ahora mismo no hay nadie que pueda hacer sombra al astro portugués.

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