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90 minutos para un Balón de Oro

90 minutos para un Balón de Oro

Estamos este año ante el Balón de Oro más disputado del último lustro. Y no tanto porque todos los contendientes hayan rayado a un gran nivel, si no más bien por que ninguno ha acaparado todos los laureles, con lo que la elección no es tan obvia como en ediciones anteriores.

Puestos a buscar méritos, de momento, encontramos a varios de los sospechosos habituales muy cerca del primer escalón del podio.

Lionel Messi ha tenido un gran bajón desde enero, pero se ha mostrado implacable en momentos importantes, quizás en su primer año en su versión más madura. No ha destacado en el apartado anotador ("sólo" 26 goles en Liga y 41 en total, igual que en su peor temporada, la 2013-2014) pero si lo ha hecho en el de las asistenicias, cerrando el año con 23 --incluidas las dos que brindó a Alba y Neymar en la final de la Copa del Rey.

Luis Suárez ha sido el pichichi español y la Bota de Oro europea, con 40 goles en Liga, y convirtiéndose en la gran estrella azulgrana que ha hecho posible el doblete. El uruguayo jamás bajó los brazos y mientras otros parecían claudicar ante la inercia de un temporada que apuntaba al desastre, Suárez consiguió con sus goles mantener al equipo con opciones y reeganchar al grupo en el último tramo de Liga.

Cristiano Ronaldo, por su parte, ha empezado el año a un nivel demoledor. Sólo el repunte de Luis Suárez en los últimos cuatro partidos de Liga (el uruguayo marcó dos pókers seguidos, un doblete y un hat-trick) le alejaron de la Bota de Oro. Sin embargo, en Europa no ha dado el brazo a torcer: 16 goles en once partidos y con la final por disputar. De marcar un doblete en la final, Ronaldo batiría su propio récord como máximo goleador en una edición de la Champions League, y cabe recordar que se perdió el partido de ida de semifinales del torneo continental por lesión.

Por eso, y siendo el único de los tres grandes competidores por el Balón de Oro que aun tiene un partido por disputar con su club, y de lejos el más importante, Cristiano Ronaldo sabe que una gran actuación suya en los 90 minutos de San Siro le pondrían prácticamente en bandeja el galardón a mejor jugador del año.

Este año, quizás más que nunca, Ronaldo ha demostrado que nunca se esconde en los momentos importantes. Tanto en Liga contra el FC Barcelona, así como en el resto de los partidos que cerraron el campeonato, en el cual el Real Madrid impuso un récord histórico al ganar los últimos 12 partidos; como en Europa, donde lideró a su equipo en todas las eliminatorias (Roma, Wolfsburgo e incluso Manchester City, aunque el goleador acabara siendo Gareth Bale), Ronaldo ha dejado aparcado el sambenito de ser torero grande en rodeo chico.

Ahora, ante la posibilidad de ganar su tercera Champions League, el portugués no querrá dejar pasar la oportunidad de encauzar también la consecución de su cuarto Balón de Oro. De levantar la Orejona, Ronaldo podría, cerrando una buena actuación en la Euro con Portugal --de la que nadie espera algo espectacular-- y arrancando el curso próximo medianamente bien, llegar de cabeza a Nyon en enero de 2017 a levantar ese galardón que tanto le gusta.

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