Un fanático de los Knicks terminó expulsado, pero ¡por su público!

No es muy común que expulsen a un jugador de baloncesto en un partido. En realidad tiene que hacer algo que lo amerite, casi rayar en la locura, perder la cabeza, estar fuera de sí para que se haga acreedor a tal castigo.

Si se trata de un evento muy complicado la expulsión de un jugador durante un partido, ya podrán imaginar la frecuencia con la que un aficionado es echado, literalmente, de un juego.
Esto ocurrió en el partido entre los Chicago Bulls y los Knicks de Nueva York, en el Madison Square Garden.

Uno podría preguntarse por qué ese fanático estaba tan enardecido si los Knickerbokers estaban ganando… la realidad es que esa victoria de nada servía, pues los Halcones de Atlanta ganaron su partido al Heat de Miami, con lo cual se consumó la eliminación de Nueva York de la postemporada, en lo que ha sido una temporada para el olvido, con episodios nefastos, vergonzosos y sobre todo, decepcionantes para una fanaticada que está hambrienta de volver a ver a su equipo trascender como hasta hace no mucho.

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