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Robo, atraco, escandalo

Cristiano es hoy portada en toda la prensa española. No por el golazo que anotó, si no por el gesto de ladrón que hizo al terminar el partido con el Villarreal y sus declaraciones tras el juego: "Sólo robar".

Pepe, que es mucho menos sofisticado en su juego y menos todavía en la forma oral llamó "hijo puta" al árbitro en el túnel de salida y le acusó de haberles atracado. Pepe, el candidato al premio al Juego Limpio de este año y también al Goya en su categoría de videos caseros por su interpretación en el video "Pido disculpas a Messi". Ese mismo.

El robo al que se refieren los jugadores del Real Madrid fue una dudosa falta al borde del área que acabó convirtiéndose en el gol del empate del Villarreal. No se trató de un penal injusto en su contra en el último minuto ni de la anulación de un gol completamente legal. No. A partir de ahora los jugadores del Real Madrid considerarán "atraco" cualquier falta que se les pite en su contra fuera del área. La histeria colectiva ha llegado al vestuario.

Por supuesto, ninguno de los jugadores del Real Madrid se paró a pensar en algo tan obvio como el penal que el árbitro no pitó a favor del Villarreal y que debía haber señalado.


El análisis de los árbitros que opinan en la pensa es unánime. Las tarjetas a los jugadores del Real Madrid fueron justas y el árbitro debió haber pitado el penal.

Hoy nadie recuerda el partido ante el Rayo Vallecano, aquella doble jornada en la que los árbitros se equivocaron a favor del Real Madrid al obviar un clarísimo penal de Ramos y una mano de Busquets en el área del Barcelona en el último minuto.

Ni el Rayo Vallecano ni el Atlético protestaron aquel día. Ambos perdieron, ambos fueron perjudicados, ambos supieron comportarse.Nadie habló de robo, ni de escándalo, ni de atraco.

El Real Madrid es mucho más que Mourinho. El portugués solamente ha aportado una de las 18 Copas del Rey que ha ganado el club en su historia.  Sin embargo hoy en día la actitud de un grupo de jugadores y técnicos representan la imagen de un club acostumbrado a ganar, que ahora se ha acostumbrado a protestar.

El Barcelona no se comporta mucho mejor. Las protestas sobre los árbitros son también habituales. No vienen desde Guardiola, pero sí desde la presidencia del club. Ninguno está libre de tirar piedras.

Presión, presión, presión. Esa parece ser la regla táctica contra los árbitros por parte del Madrid y del Barcelona.

Mientras tanto, los demás equipos de la Liga contemplan absortos como los dos clubes que más dinero reciben y que son también los más beneficiados por los errores arbitrales continúan llorando y pataleando cuando las cosas no salen tal y como quieren.

Afortunadamente para el torneo, hay 16 equipos que saben comportarse. Si todos actuaran como el Real Madrid y el Barcelona, la Liga sería insoportable.