Mourinho sólo confía en dos jugadores

Por Santiago Cordera

Aquellos tiempos en los que Mourinho pisaba el Bernabéu y todo eran aplausos, admiraciones, sonrisas eternas, alegrías y victorias han quedado tan atrás como el siglo XIX. Ahora todo lo que en su momento fue felicidad se ha convertido en amargura. El Real Madrid no sólo pierde puntos en casa, sino también sucumbe ante el colista Osasuna.

Las fricciones con sus jugadores han pasado de anécdotas a conflictos personales. Su selecto grupo, nutrido por los portugueses, ha comenzado a desintegrarse y a Mourinho ya sólo se le ve cómodo con tres jugadores: Cristiano, Xabi Alonso y Arbeloa, según la cadena de radio Cope en España. Con Pepe se distanció recientemente. El portugués presentaba una lesión que requería pasar por el quirófano. Mourinho recomendó al defensa que se operara antes de las vacaciones, pero Pepe hizo caso omiso y lo hizo apenas dos días después de la vuelta al trabajo.

Mourinho entendió que lo de Pepe se trataba de falta de responsabilidad, por lo que le retiró su confianza personal. Con Coentrao fue diferente, pero se debió a que el portugués cuestionó los métodos del preparador físico. Mourinho llevaba tiempo vigilando de cerca al que fuera su jugador más protegido la campaña pasada por sus desplantes dentro y fuera del campo.

A Carvalho lo sentenció el día que se enteró que había asistido a la boda de Pedro León, uno de los enemigos del entrenador y al que decidió sacudirlo hasta que se fue del club con rumbo a Getafe.

De Iker Casillas, ni hablar. La relación entre capitán y técnico está rota debido a que en varias ocasiones, el arquero, en defensa del vestidor, le externó a Mourinho las diferencias que existían en algunos conceptos con respecto a los de la plantilla, hecho que fue creando un muro entre ambos.

Así, a Mourinho sólo le quedan dos hombres de verdadera confianza, Xabi Alonso y Arbeloa. El primero por su carácter y su forma de ser, es discreto y asume cada una de las palabras que dice Mourinho como si fueran suyas. El segundo, porque ha sido uno de los más leales al sistema Mourinho. De hecho, el entrenador considera que durante el maratón de Clásicos del año pasado Arbeloa fue quien mejor adoptó la actitud ruda que The Special One planeó para los suyos.

Mourinho está solo, cada día más. Son pocos los que le siguen y muchos los que están cansados de ser exhibidos en las derrotas. El Madrid ha perdido identidad, esa que le ha costado más de 100 años en construir. No juega a nada, parece un rompecabezas incompleto.

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