La última obra de arte de Zlatan Ibrahimovic

El Paris Saint-Germain fue un vendaval en casa del Bayer Leverkusen. El 0-4 final reflejó fielmente lo visto sobre el césped del Bay Arena: un único equipo en escena. Los laterales, bien cubiertos por Thiago Silva, hacían el campo enorme; Verratti movía el balón con criterio; Moura y Lavezzi jugaban y hasta Matuidi se sumaba a la fiesta.

Sin embargo, lo mejor estaba guardado en las botas de Zlatan Ibrahimovic. Concretamente en ese martillo que lleva en la zurda. Con 0-2 en el luminoso, inició la jugada de ataque, esperó en la frontal la devolución de Matuidi y conectó un tiro tan potente como preciso. Empeine total hacia la escuadra de Leno. Un cañonazo memorable. Su última obra de arte.

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