La selección japonesa de rugby ganó gracias a Guardiola

Que Pep Guardiola es un entrenador extraordinario que consigue el máximo rendimiento de sus equipos es algo con lo que, más o menos, todo el mundo está de acuerdo. Lo que nadie sospechaba hasta ahora es que su habilidad iba a ir más allá del fútbol y trascender a otros deportes.

La selección japonesa de rugby ganó gracias a Guardiola

En lo que, sin exagerar, se puede calificar como una de las mayores sorpresas de la historia del deporte, la selección japonesa de rugby, que sólo había ganado un partido en toda su historia en los mundiales de este deporte, consiguió derrotar por 34-32 a la todopoderosa Sudáfrica, dos veces campeona del torneo y una de las principales aspirantes a la victoria final. El triunfo nipón despertó la simpatía de todos los aficionados (menos los sudafricanos, claro) y desató la euforia en el país del Sol Naciente, rebajada sólo en parte tras el siguiente encuentro, una derrota contra Escocia.

Japón está enamorada de su equipo, apodado "Brave Blossoms" ("flores valientes", una adaptación del antiguo mote "cherry blossoms" que alude a las flores del cerezo, uno de los emblemas nacionales). Y buena parte del mérito es de su entrenador, Eddie Jones, nacido en Australia (llegó a seleccionador de los Wallabies) pero hijo de una japonesa y muy identificado con la cultura del país de su familia.

Él es el que ha revolucionado a la selección rojiblanca, reduciendo todo lo posible el número de nacionalizados que antes abundaban en el equipo y haciendo que desarrollara un estilo propio. Para ello, según cuenta, ha utilizado una fuente de inspiración muy particular: Pep Guardiola, entrenador de fútbol hoy en el Bayern de Múnich y anteriormente en el Barcelona.

Afirma Jones, no sin razón, que por las características genéticas del pueblo japonés, es imposible competir en poderío físico con selecciones de otras latitudes. Los japoneses son normalmente más bajos y ligeros; a cambio, ganan en velocidad y agilidad. Por eso, ha copiado el estilo "guardiolano" de pases y mucho movimiento de balón. "El rugby y el fútbol son muy similares, en el sentido de que siempre se busca llevar el balón al espacio libre. Los principios son exactamente los mismos", indica el seleccionador.

Tan enamorado está Jones del sistema de Pep que no dudó en viajar a Múnich el año pasado para estudiarlo en profundidad. "Guardiola es el mejor entrenador de fútbol del mundo y uno siempre quiere aprender de los mejores. El Bayern de Múnich y anteriormente el Barcelona practican el mejor juego de pases que jamás se haya visto".

El nuevo estilo, "tácticamente más flexible y también más arriesgado", ha dado sus frutos, tal como se vio contra Sudáfrica. De hecho, la victoria se consiguió tras una falta a favor, en la que Japón renunció a un tiro a palos (que habría supuesto tres puntos y por tanto un empate, también histórico, en el marcador final) y optando por poner el balón en juego para conseguir un ensayo, cinco puntos y el triunfo.

El siguiente partido perdido contra Escocia demostró que, aunque las bases están puestas, aún queda mucho camino por recorrer para que el rugby oriental se meta entre los más grandes. De momento, el reto es superar la fase de grupos, en la que falta un partido durísimo contra Samoa y otro contra los Estados Unidos en el que están puestas muchas esperanzas. Si lo consiguen, parte del mérito habrá que atribuírsela a un hombre de Santpedor que probablemente jamás pensó en tener nada que ver con el balón oval.

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