Guardiola versión EPL

Pep Guardiola acaba de aprobar su primer gran examen en Inglaterra.

No solo venció a su primer gran rival (y de visita), sino que lo hizo ante el archirrival de enfrente. Y para redondear la faena, le ganó a su antagonista de estos últimos años, José Mourinho.

Pero hay varios aspectos, mas allá del resultado, que llaman la atención del juego del sábado del de Santpedor.

Sobre todo en el primer gol del partido. Pelota de Kolarov por izquierda en zona defensiva. Stones, ubicado sobre la media luna de su arco, le abre los brazos para que lo vea, para que se la dé, para que salga jugando con él como acostumbra el manual de Guardiola, sin embargo, Kolarov clava la mirada hacia el fondo de la cancha por la misma línea de banda donde se encuentra, tiene la certeza de algo pues sus gesto facial así lo indican, y manda el esférico muy lejos, a campo del United, apuntándole a la cabeza del nigeriano Iheanacho, quien en un salto le gana la posición a Bailly y la peina hacia atrás, para que aparezca De Bryune con una viveza digna de basquetbolista, deje sembrado a Blind y la mande a guardar.

Se jugaban apenas 15 minutos de partido, y bajo cualquier óptica parecía un gol normal. Pero no lo era. Un equipo de Guardiola había llegado al gol con tres toques de balón sin utilizar el mediocampo, saltando líneas y sin tocar una sola vez la pelota hacia los lados.

 

De inmediato me llamó la atención. Pensé por un momento que se trataba de una circunstancia de partido, que alguna reconvención le haría luego a Kolarov por sacar un pelotazo de defensa a ataque, por más que hubiera resultado en gol. Pero entre más transcurrían los minutos, más entendía que era parte del plan.

Guardiola le ganó a un equipo de Mourinho apelando a una mezcla de juego posesión con transiciones rápidas que muchas veces ni siquiera necesitó de un volante cabeza de área (piense en Busquets o Lahm para ser más exactos) para llegar al arco rival.

Con De Bruyne quebrando líneas y un Silva totalmente adaptado al estilo del fútbol inglés pero que no olvida ese fino toque español, al City le bastó para imponer el juego que quizo Guardiola.

MANCHESTER, ENGLAND - SEPTEMBER 10:  Kevin De Bruyne of Manchester City is challenged by Antonio Valencia of Manchester United during the Premier League match between Manchester United and Manchester City at Old Trafford on September 10, 2016 in Manchester, England.  (Photo by Clive Brunskill/Getty Images)
MANCHESTER, ENGLAND - SEPTEMBER 10: Kevin De Bruyne of Manchester City is challenged by Antonio Valencia of Manchester United during the Premier League match between Manchester United and Manchester City at Old Trafford on September 10, 2016 in Manchester, England. (Photo by Clive Brunskill/Getty Images)

Posesión para iniciar la idea, transiciones entre líneas para culminarla. Y si algunas veces había que empezar de nuevo, pues la pelota se mandaba atrás, pero esta vez sin abusar. No hubo tiempo para el bostezo que aquejan algunos cuando se trata de demeritar el trabajo de Pep, pues el sábado en Old Trafford volvimos a ver un primer tiempo magistral de un equipo del DT español, pero en velocidad 2.0.

Esta vez esa palabra Tiki taka que el mismo Guardiola tanto aborrece, y que se volvió una expresión futbolística para describir jugadas de exceso de triangulaciones, rombos y toques a veces insulsos, no podrá ser utilizada por un detractor del Guardiolismo.

No me mal interpreten. Guardiola no ha huido del fútbol de posesión. Solo que ante el United de Mourinho le agregó una dosis de vértigo entre líneas que desenmascararon a un Guardiola evolucionado. Es Guardiola versión fútbol inglés.

Dicen en Manchester, que para preparar este partido, Guardiola se encerró en la academia del City de 8:30 am a 8 pm, buscando descifrar cómo ganarle, una vez más, a Mourinho. Y no suena descabellado. Algo muy similar cuenta Martí Perarnau en Herr Pep que hacía Guardiola durante su paso por el Bayern Munich. Aislamiento total para preparar un partido. Las horas que fueran necesarias.

Me da por pensar también que Guardiola ha entendido que su idea trasciende más cuando cuenta con jugadores que aun no han explotado al máximo. Se me viene a la cabeza Piqué, Alves, Busquets, Abidal, Pedro y hasta el mismo Messi en sus primeros años del Barcelona. Luego ganaron tanto juntos, que cuando Guardiola presagió que su mensaje no llegaba igual, se fue.

En Bayern Munich la historia fue diferente. Jugadores que conformaban un plantel entre campeones del mundo y campeones de Champions, y con otros tantos ex campeones hoy venidos a directivos que todo lo cuestionaban, como si Guardiola se hubiera estado jugando su carnet de entrenador en cada práctica. Y encima los aficionados, que desde su omnipresente tribuna daban la impresión que siempre lo vieron como un extraño.

Por eso hoy su Man City tiene nombres como Stones, Fernandinho, De Bruyne, Sterling, Iheanacho, Nolito, Agüero, entre otros, quienes a pesar de tener buen nombre, aun no han ganado nada, y quienes seguramente están dispuestos a aprender de alguien como Guardiola.

De ahí a que sus dos mayores contrataciones hayan sido Stones (22 años) y Sane (20 años). Se ha dado cuenta Guardiola que la fórmula está en insertar sus ideas en mentes no tan trilladas y reacias a aprender algo nuevo.

Guardiola, y no lo digo por un mero resultado, ha dado señales de que está más vigente que nunca.