En el décimo aniversario de la muerte de George Best, recordamos su inolvidable jugada con Bilardo

Sergio Cortina

Este 25 de noviembre se cumplen 10 años de la muerte de muerte de George Best. El quinto Beatle, estrella indiscutible del Manchester United en los años 60, fue un cometa fugaz capaz de eclipsar todo a su paso durante sus años de gloria. Dos ligas, una Copa de Europa y el Balón de Oro de 1968 con la camiseta de los diablos rojos lo prueban.


No ha habido futbolista en la historia que se asemeje más a una estrella del rock que el norirlandés. De hecho, era conocido como El Quinto Beattle por su estilo y sus excesos con el alcohol y las drogas eran continuos. Tanto, que le acabaron costando la vida. Así hubiera sido la portada de su disco.
No ha habido futbolista en la historia que se asemeje más a una estrella del rock que el norirlandés. De hecho, era conocido como El Quinto Beattle por su estilo y sus excesos con el alcohol y las drogas eran continuos. Tanto, que le acabaron costando la vida. Así hubiera sido la portada de su disco.



Tan desbordante en el campo como fuera de él,  su alcoholismo marcó el tramo final de su carrera como futbolista (desperdiciado en equipos menores de África, Estados Unidos y el Reino Unido). Pero quizá por ello y por un carisma innegable ha pasado a la historia. Nada mejor para recordar el carácter del mito que una jugada clásica frente a otro tipo singular: Carlos Salvador Bilardo.

Sucedió hace 47 años en La Bombonera, se entrentaban el Estudiantes de Bilardo, campeón de la Copa Libertadores de 1968 y el Manchester United de Best, ganador de la Copa de Europa esa misma temporada. La importancia del torneo en juego, la Intercontinental, caldeó el ambiente hasta límites insospechados.

Los jugadores de Estudiantes (famosos por su aplicación en la marca incluso al borde de lo reglamentario) no se achicaron frente al gran United de Charlton, Best y Law, la prueba es esta jugada entre Best y Bilardo. El otrora seleccionador argentino le entra duro a la figura inglesa y este, en un gesto inolvidable, agarra la pelota y se la ofrece pidiendo un poco de clemencia. Impagable.

Estudiantes ganó aquella Intercontinental (1-0 en la ida, 1-1 en la vuelta) contra todo pronóstico y pasó a la historia. También lo hizo esta imagen, reflejo incomparable del genio que fue George best fuera y dentro de los terrenos de juego.

También te puede interesar:

El golazo a lo Messi de Carles Aleñá (Barcelona) en la UEFA Youth League

Golazos del infrafútbol: ¿anota el jugador o anota el viento?

El Boro de Aitor Karanka acumula 50 partidos sin encajar gol en los últimos 100

Historias más recientes