El único e incomparable "Super Mario"

De tanto en tanto surgen personajes tan pintorescos como geniales en el maravilloso mundo del fútbol, aquellos tan capaces de dejarnos desconcertados por un regate sin igual y una definición que celebran los dioses, como por incendiar su propia casa con fuegos artificiales o no lograr ponerse una prenda tan simple como una pechera.

Mario Balotelli es un talento desquiciado sin igual. Díscolo e impredecible, italiano de piel negra con físico de boxeador pero con un guante en sus botines. Un "freak of the nature" (Una locura de la naturaleza) que pierde la cabeza tan fácil como desborda por la línea.

Dentro de sus capítulos memorables se destacan el mano a mano que tuvo frente al portero del Galaxy y quiso marcar con un tacón incomprensible dándose vuelta para quedar de espalda a la puerta, mandando la pelota fuera. Mancini lo sacó del campo de immediato y el alegato en la banda es memorable.

La tarde en la Europa League en la que trató de ponerse dos pecheras de calentamiento y no lo logró por más que lo intentó, un fino detalle de humor.

Hace apenas unos días incendió parte de su casa en Manchester al encender fuegos artificiales dentro de la habitación principal, días después apareció haciendo publicidad para evitar el uso de pirotecnia.

En la goleada de 6 a 1 al United el fin de semana anterior fue la gran figura con un doblete magistral y aprovechó la ocasión para celebrar sus goles preguntándole al mundo ¨¿Why Always Me?¨ (¿Por qué siempre yo?)

Alguna vez jugando para el Inter se puso una camiseta del AC Milan en un bar y se fotografió diciendo que siempre había sido aficionado ¨rossonero¨.

Balotelli visita la prisión y se deja querer por sus amigos, los reclusos, el chico malo de Italia es el ídolo máximo de los convictos.

Pero sobre todas las cosas cuando tiene la pelota en sus botas hace cosas fabulosas que le roban un soplo de felicidad a todo aquel que valora el juego como arte.