El extraño día de Guardiola

Parece que a Pep Guardiola no le sienta nada bien el mes de agosto. En una sola jornada ha protagonizado dos situaciones bastante curiosas, que hacen pensar que quizás no se encuentre en su mejor momento. ¿Será el estrés, la presión por lograr mejores resultados con un Bayern que arrasa en Alemania pero que no termina de encontrar su hueco en las competiciones internacionales?

Quizás sea ese cansancio y la tensión acumulada la explicación al primer momento confuso que protagonizó el técnico de Santpedor. Se celebraba la rueda de prensa de presentación de la Audi Cup, un torneo amistoso en el que los bávaros son anfitriones y también compiten el Tottenham inglés, el Milan italiano y el Real Madrid. Pero el entrenador de los locales, en lugar de prestar atención a las palabras de sus colegas, se quedó traspuesto, con una cara de ensimismado que llamó mucho la atención a los periodistas que cubrían el acto.

Eso no fue todo. Horas después, su equipo compitió en el Allianz Arena en la primera semifinal del torneo, que le enfrentó a los transalpinos dirigidos por Sinisa Mihajlovic. Los germanos reservaron a muchas de sus estrellas, pero aun así se impusieron con comodidad, 3-0, gracias a los tantos de Bernat, Götze y Lewandowski.

La noticia, sin embargo, estuvo en el túnel de vestuarios. Durante la primera mitad, el capitán milanista Nigel de Jong hizo una entrada muy agresiva a Joshua Kimmich, que hasta obligó a sustituir al joven mediocentro alemán. Guardiola se indignó tanto que, al llegar el descanso, increpó a gritos al futbolista holandés, a quien acusaba de ser excesivamente duro en un partido que no era de competición oficial.

Por suerte, el resto de futbolistas del Bayern y el Milan consiguieron separarles y evitar que la discusión fuera a más. El Bayern se clasificó para la final del torneo, que debe jugar contra el Real Madrid.

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