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El día que Valderrama dirigió a la selección de Colombia

Carlos Pibe Valderrama habló ante los medios de la importancia del volante del Real Madrid en la Selección Colombia.
Carlos Pibe Valderrama habló ante los medios de la importancia del volante del Real Madrid en la Selección Colombia.

Cada tanto hay partidos donde no importa el cómo, importa el qué. Ese 10 de septiembre de 1997 en Barranquilla, cuando la selección de Colombia cerraba ante Venezuela su participación en casa por la Eliminatoria Suramericana a Francia 98, fue uno de ellos.

Y es que aunque Venezuela durante muchos años fuera considerado la cenicienta de todo torneo de Conmebol, cada que vez que jugó –y juega- contra Colombia parecía hacer un partido aparte. Tintes políticos, sociales, rivalidades históricas e incluso consecuencias fronterizas salen a relucir cada vez que los dos equipos de estas naciones hermanas, saltan a la cancha.

Era una calurosa noche, de esas tantas que se sienten en Barranquilla. La selección de Colombia dirigida por Hernán Darío “Bolillo” Gómez debía ganarle a su similar de Venezuela para asegurar su cupo a Francia 98, faltando una fecha y de esta forma evitar ir a pelearlo a Buenos Aires, con las heridas del 5 a 0 aun frescas por parte de los “gauchos”. Este proceso eliminatorio fue el primero que se hizo en Sudamérica bajo la modalidad de todos contra todos, y el equipo cafetero había tenido una ejemplar primera ronda con 6 victorias, 1 empate y solo 1 derrota, pero una segunda muy por debajo con solo 2 victorias, 1 empate y 3 derrotas. Por si fuera poco Chile, Ecuador, Paraguay y Perú estaban repuntando y la clasificación a la cita mundialista se oscurecía.

Pero llegó aquel partido y Colombia gozaba aún de las últimas pinceladas de la maravillosa generación de los 90´s, pero su fútbol ya no era diáfano y claro como en años anteriores. Se había intentado un recambio generacional con pocos resultados y el combustible parecía estarse agotando. Ese partido, del ya mencionado 10 de septiembre, será recordado como uno de los más sufridos de la historia tricolor, de aquel angustioso gol de Wilmer Cabrera a 22 minutos del final y de aquella “contra orden” que el capitán Valderrama dio al equipo, a pesar de lo que había decidido el cuerpo técnico.

Comenzó el partido y Venezuela no llegó a esconderse: en el primer minuto, el portero colombiano Miguel Calero (Q.E.P.D.) detuvo un peligroso cabezazo de Giovanny Pérez y los 11 “vinotintos” parecían jugar la final del mundo. Colombia contestó en el min 9 con Rincón quien mandó el balón por arriba del arco pero pocos minutos después Calero vuelve a salvar al local de un tiro libre de Vallenilla.

Faustino Asprilla bajaba al mediocampo para apoyar a Valderrama, de Ávila se juntaba con Freddy Rincón, mientras Wilmer Cabrera por la punta derecha se cansaba de desbordar, pero era inútil: Cada intento era frenado por el portero venezolano, hoy técnico de la Selección, Rafael Dudamel.

 

Carlos Valderrama saluda a la afición tras su partido de despedida el 1ro de febrero del 2014."El Pibe" dijo que si no se hubiesen restringido las relaciones sexuales en las concentraciones, las selecciones de Colombia en las que jugó hubiesen llegado mucho más lejos en la Copa Mundial. (AP Photo/Ricardo Mazalán, File)
Carlos Valderrama saluda a la afición tras su partido de despedida el 1ro de febrero del 2014."El Pibe" dijo que si no se hubiesen restringido las relaciones sexuales en las concentraciones, las selecciones de Colombia en las que jugó hubiesen llegado mucho más lejos en la Copa Mundial. (AP Photo/Ricardo Mazalán, File)

En el segundo tiempo la tónica fue la misma, mientras Venezuela jugaba con “el cuchillo entre los dientes”, bien parado atrás y presto al contra ataque, Colombia poco a poco iba cayendo en la desesperación. Jorge Bolaño empujaba al equipo desde atrás, y en una jugada individual habilitó al Pitufo de Ávila quien disparó al vertical izquierdo vinotinto.

El técnico colombiano enloquecía, en la raya gritaba a sus dirigidos, ubicó a sus mejores fichas en el ataque, pero la defensa venezolana bloqueaba cada llegada. Pero en el minuto 68, Valderrama armó la jugada, tocó con Asprilla quien con sus conocidos regates arrastró la marca de 3 hombres y centró para que Wilmer Cabrera de cabeza anotara el tanto de la clasificación. Locura en el Metropolitano de Barranquilla.

Al reiniciar el partido, la orden de “Bolillo” era seguir atacando para conseguir el segundo gol y así, asegurar la clasificación. Valderrama, quien como siempre lucía el brazalete de capitán dijo a sus compañeros: “¿Asegurar qué si vamos ganando? Que arriesguen ellos. Nadie suba, todos abajo, toquemos, toquemos, toquemos. El gasto de ellos…”

Al darse cuenta Gómez que el equipo hacía caso omiso, comenzó a gritar airadamente a sus jugadores mientras que Pedro Sarmiento, su asistente técnico, lo secundaba. Los jugadores pasaban lentamente el balón de un lado a otro: Pacheco a Cabrera, este a Aristizábal quien tocó a Asprilla y el “Tino” en vez de encarar se llevó el balón cerca del poste de banderín de esquina, buscando “quemar tiempo”.

Cada jugador colombiano tocaba el balón tranquilamente a otro, mientras Valderrama seguía dirigiendo el equipo a su acomodo aunque sus órdenes eran otras. Faltando 5 minutos Bolillo y Sarmiento se dieron cuenta que cualquier instrucción era inútil: Galeano tocaba con Serna, este con Bermúdez quien la devolvía a Calero, que tocaba de primera a Córdoba… y así sucesivamente por más de 20 minutos.

Hasta que llegó el minuto 90, Colombia ganó y clasificó a la cita mundialista. De este episodio, muy por encima se refirió Gómez en su libro “Golpe a Golpe”: “A veces los jugadores se deben dejar llevar por su líder y por lo que sienten en el campo. Yo intenté hacer lo que pensé era correcto, pero El Pibe sentía otra cosa. Él era el líder natural del equipo, así que si sentía eso en el campo, era lo que tenía que hacer. Hay que ser muy idiota para tener a Valderrama en el equipo y no hacerle caso.” Comentó Bolillo quien reconoció, que uno de sus grandes caudillos a pesar de contradecirlo, buscó lo mejor para el equipo.

El equipo dirigido por Hernán Darío 'Bolillo’ Gómez no jugaba bien, era impreciso y no podía vulnerar el arco de Rafael Dudamel. Hasta que apareció la ‘magia’ del ‘Tino’ Asprilla, quien desbordó por derecha, llegó hasta el fondo, tiró el centro y al minuto 68, Wilmer Cabrera se vistió de héroe, para lanzarse en 'palomita' y anotar el gol de un triunfo histórico. Se estremeció el ‘Metro’ por un nuevo festejo y la tercera clasificación en línea a un campeonato del mundo.

Esa victoria, sufrida, dura y por la mínima diferencia, le entregó a Colombia tres puntos que lo situaron tercero en la tabla de posiciones, con 27 unidades, cinco por encima de Chile, que era cuarto, y con solo una jornada por jugar. Estábamos en el Mundial. Luego, en la última fecha, igualamos 1-1 con Argentina en Buenos Aires.

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