Amado u odiado, pero nunca indiferente: Cristiano Ronaldo

Portugal tiene una nueva estrella, pero Cristiano es siempre el Rey Sol.

MARSELLA.- Hoy nació una nueva estrella en la selección de Portugal. Con 18 años, Renato Sanches es la figurita popular lusa.

Portugal's Cristiano Ronaldo, left, congratulates Renato Sanches who scored their first goal during the Euro 2016 quarterfinal soccer match between Poland and Portugal, at the Velodrome stadium in Marseille, France, Thursday, June 30, 2016. (AP Photo/Martin Meissner)
Portugal's Cristiano Ronaldo, left, congratulates Renato Sanches who scored their first goal during the Euro 2016 quarterfinal soccer match between Poland and Portugal, at the Velodrome stadium in Marseille, France, Thursday, June 30, 2016. (AP Photo/Martin Meissner)

El nuevo fichaje de Bayern Munich anotó el único gol del empate 1-1 de Portugal y Polonia, luego ejecutó con clase su penal en la tanda definitoria para avanzar a semifinales de la Eurocopa, y la UEFA lo sentó en la pequeña sala de conferencias del imponente y ruidoso Stade Velodrome de Marsella.

Nervioso, el chiquilín se sentó frente a los periodistas por haber sido elegido el Man of the Match y tuvo sus breves minutos de fama.

Pero el sol alrededor del cual giran todos los planetas en el fútbol sigue siendo Cristiano Ronaldo.

Portugal's Cristiano Ronaldo looks up after missing an opportunity to score during the Euro 2016 quarterfinal soccer match between Poland and Portugal, at the Velodrome stadium in Marseille, France, Thursday, June 30, 2016. (AP Photo/Petr David Josek)
Portugal's Cristiano Ronaldo looks up after missing an opportunity to score during the Euro 2016 quarterfinal soccer match between Poland and Portugal, at the Velodrome stadium in Marseille, France, Thursday, June 30, 2016. (AP Photo/Petr David Josek)

Amado u odiado, elogiado o criticado, pero jamás indiferente. Cristiano es siempre el eje de cada partido. Vestido de blanco con el Real Madrid o de rojo con la selección portuguesa.

A gusto en los grandes escenarios, esta noche estuvo bajo la mirada de los 62,940 hinchas que coparon el Velodrome de Marsella, la casa de la pasión del fútbol en Francia.

Cuando su nombre se anunció por los parlantes y se vio en la pantalla gigante, los portugueses deliraron. Son prácticamente "locales", ya que constituyen la comunidad más grande de extranjeros en Francia, después de los norafricanos.

¿Tuvo un gran partido? No. ¿Marcó? No. ¿Asistió? No. ¿Gravitó? Siempre.

CR7 jugó toda la noche al borde de la línea de cuatro defensiva adelantada de Polonia. Al límite del offside, se movió esperando los pases filtrados de Nani, Quaresma o el irreverente Sanches.

Tuvo pocas ocasiones claras de gol, pero una que se habría lamentado si Portugal no hubiese avanzado en los penales.

Faltaban apenas cuatro minutos para los 90. El 1-1 se quedaba quieto, alargues y luego penales. Una ocasión única para ser salvador, redentor, Dios.

Pero increíblemente Cristiano desperdició una situación inmejorable al partir habilitado y recibir un pase de Moutinho a la espalda del zaguero Michal Pazdan. Solo frente al arquero Fabianski tuvo una pifia imperdonable para un delantero de su categoría.

Verlo una vez en medio del griterío del Velodrome fue suficiente, pero la repetición por la pantalla gigante lo hacía ver demasiado humano al pobre Cristiano.

Vestido de blanco, esa bola iba al ángulo para que Florentino Pérez mande a construir la estatua frente al Santiago Bernabéu de inmediato. Con la ropa de Portugal es otra historia.

Cuando llegó la tanda de penales, el capitán esta vez no se "guardó" a sí mismo para el decisivo como en la final de la última Champions, en la que remató al Atlético de Madrid y se quitó la camiseta para las portadas del domingo.

Esta vez ejecutó primero. Hizo su parte y recordó a los morbosos que su antítesis, Leo Messi, había fallado el suyo ante Chile en la final de la Copa América.

(Si fallaba y Portugal quedaba fuera, ¿se iba de la selección también? ¿Le pedirían "#notevayasCR7"? ¿Irían los hinchas lusos al Aeropuerto Humberto Delgado de Lisboa a clamar por el crack portugués?)

CR7 tendrá 33 años en Rusia 2018 y 35 en una eventual Eurocopa 2020. Su torneo es ahora. Está a dos partidos de sacarse la espina –que Messi aún tiene- y ganar un título con su selección.

El delantero portugués Cristiano Ronaldo se lamenta tras perder una oportunidad de gol durante el partido ante Austria por el Grupo F de la Eurocopa 2016 en el Parque de los Príncipes, en París, el 18 de junio de 2016. (AFP | FRANCISCO LEONG)
El delantero portugués Cristiano Ronaldo se lamenta tras perder una oportunidad de gol durante el partido ante Austria por el Grupo F de la Eurocopa 2016 en el Parque de los Príncipes, en París, el 18 de junio de 2016. (AFP | FRANCISCO LEONG)

No importa que su Portugal no haya ganado en los 90 minutos -ni en el alargue- en los cinco partidos de la Euro. No importa que el crack portugués haya marcado sólo dos tantos. No importa que no brille como en el Madrid.

Sólo importa que se lo nombre.

Amado u odiado, pero nunca indiferente: así eligió ser Cristiano Ronaldo.

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