Anuncios

Bastian Schweinsteiger como símbolo de la victoria alemana

Alemania sumó su cuarta estrella tras vencer en un partido que tuvo mucho más de batalla física y táctica que de buen fútbol, pero que al final se decidió con un golazo de Mario Götze.

Tras el 7-1 a Brasil, todos esperaban a una Alemania arrolladora ante la Argentina de Sabella, que había llegado a la final basada en una defensa espectacular y un portero en estado de gracia, pues ganó todos los partidos por la mínima diferencia hasta las semifinales, donde empató con Holanda y clasificó por penalties.

Pero la situación en la final no fue para nada lo previsto, y Argentina --a pesar de mostrar un fútbol rácano-- puso contra las cuerdas a Alemania en más de una ocasión y dejó todo lo que tenía sobre la cancha.

Si "Pipita" Higuaín fallando frente a Neuer, o Messi deambulando por el centro del campo, son las imágenes por las que se recordara a la albiceleste en esta final, sin duda Bastian Schweinsteiger será la imagén de alemania.

A la Mannschaft plástica y eficiente que apabulló a Brasil en el Mineirao, le siguió una de mucho más esfuerzo y pierna dura en el medio, y en ese juego sobresalió el mediocentro del Bayern de Munich.

Su pómulo sangrando, tras un puñetazo de Agüero en la pugna por un balón, quedará para la historia como la imágen de la Alemania campeona del 2014, que además de proponer fútbol, empató el empuje de Argentina y luchó de tu a tu en cada uno de los balones divididos.

Schweinsteiger, tras quedar tercero en los últimos dos Mundiales, será recordado como el fajador más grande de la Alemania campeona en Brasil.

También te puede interesar:

Alemania tetracampeón del mundo