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Un joven boxeador salva su vida tras un puñetazo en un ojo

James Martin with his dad Paul, mum Sarah and sister Ashleigh

Desde pequeños todos tenemos nuestros sueños: futbolistas, músicos, astronautas, bailarinas... El de James Martin, un joven de doce años que vive con su familia en Hulk, al noroeste de Inglaterra, es ser boxeador. Por eso el año pasado sus padres le apuntaron a un gimnasio y, tras semanas de entrenamiento, pudo disputar su primer combate. El resultado: una derrota y un ojo morado, aunque no le importó porque él lo disfrutó al máximo.

Lo que el joven James no sabía es que esa pelea marcaría para siempre el resto de su vida. El gancho de su rival, que le acertó de lleno en el ojo izquierdo, acabó desencadenando unos acontecimientos inesperados.

James Martin descubrió que tenía cáncer tras un golpe en un ojo en un combate de boxeo
James Martin descubrió que tenía cáncer tras un golpe en un ojo en un combate de boxeo

Al ver que la inflamación del ojo no le bajaba, sus padres decidieron que deberían ir al médico para que se lo revisaran. En un principo, su doctor pensó que podría ser una hemorragia, pero para sorpresa de todos resultó ser un tumor cancerígeno que no habría sido posible detectar en otras circunstancias.

Las pruebas consiguientes clarificaron el diagnóstico: un rabdomiosarcoma, el cáncer de tejidos blandos más frecuente en la población infantil. Su madre Sarah reconoce que fue un gran "shock" pero no tuvieron tiempo "para pensar en ello. Había que tirar para adelante".

La primera decisión importante fue viajar a Florida para el tratamiento. Ocho semanas de terapia de protones y quimioterapia, además de pasar las navidades en el hospital. Unos meses complicados y de lucha que James podrá dejar en el olvido después de que los médicos le hayan comunicado que está totalmente limpio.

James y su familia viajaron a Estados Unidos para el tratamiento
James y su familia viajaron a Estados Unidos para el tratamiento

Su primera decisión tras recibir el alta, volver al ring: "No quería dejar de boxear porque es muy divertido. Es genial volver a boxear", afirmó. El pasado viernes volvió a pelear, un momento de gran "emoción" para la familia, confesó su padre Paul.

Su regreso además viene con un incentivo especial. James está recaudando dinero para Candlefighters, una organziación sin ánimo de lucro del norte de Inglaterra que se centra en niños con cáncer, a los que dan apoyo emocional y financiero.

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