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Pumas, ¿talismán americanista?

 

La Liguilla continúa con su fase más cardiaca, semifinales. Antesala de lo más anhelado, la disputa por arribar a la final es sumergirse en adrenalina, tensión, nervios, estrés. Es la ronda que más suele sufrir un aficionado debido a que puede quedarse en la frustración total o la alegría exagerada por saber que su equipo peleará o no el título, hecho que a la postre conlleva emociones aún más intensas.

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El plato fuerte lo ponen Pumas y América, equipos que portan en sus camisetas una rivalidad que desborda pasiones incluso en su vertiente más desafortunada como lo es la violencia. Son escudos que no se pueden ver ni en pintura, antagonistas que únicamente coinciden en el propósito de saltar a la cancha con el objetivo de ganar. Sin embargo, en esta ocasión, para los felinos hay un toque especial en su enfrentamiento contra las Águilas: dejar de ser talismán americanista en fiesta grande.

CU, trampolín águila

En el Verano 2002, Pumas y América se toparon en semifinales. Bajo la batuta de Hugo Sánchez, la escuadra universitaria era favorita para avanzar a la final. Los pronósticos estaban en su favor, mayor aún cuando en la ida registró un empate sin goles en el estadio Azteca. Entonces dirigidos por Manuel Lapuente, los americanistas saltaron al campo de Ciudad Universitaria para sorprender a propios y extraños con un triunfo de 2-1.

Para la afición puma significó una espina dolorosa que muchos no han podido sacar del pecho. También fue valorada como una afrenta por partida doble porque perdieron en casa ante el odiado rival y su eliminación fue escalón para que América se coronara luego de 13 años sin conocer el cetro de campeón.

De Pumas al título

Para el Apertura 2014, América y Pumas volvieron a verse las caras en ronda de Cuartos de Final. Pese a sufrir más de la cuenta, las Águilas cumplieron con su rol de favorito y dejó en el camino a los felinos para clasificar a semifinales con global de 1-1.

La derrota en sí misma caló a la afición del conjunto universitario, y es que otra vez caían en Liguilla contra el acérrimo enemigo. Por si eso no bastara, como si el destino quisiera repetirles un trago amargo, las Águilas llegaron hasta la final para convertise en campeón después de vencer 3-1 global a Tigres. La maldición añadía un capítulo más al penar puma: América se corona cuando se enfrenta a la escuadra del Pedregal en fiesta grande.

La sombra de Lapuente

En 2002 fue Manuel Lapuente el técnico que comandó a las Águilas en Ciudad Universitaria para eliminar a Pumas. Han transcurrido trece años y un hombre que aprendió bastante de él, alumno de su escuela en épocas de jugador, se plantará en cancha universitaria con el morbo de saber si repite la historia de uno de sus mentores.

Objeto de críticas y dudas sobre su desempeño como entrenador, Ignacio Ambriz tiene al América en semifinales y podría dar la sorpresa teniendo como escenario un estadio que cuenta con antecedente favorable para los americanistas.

juego de vuelta de los Cuartos de Final del Torneo Apertura 2015 de la Liga Bancomer MX en el Estadio Nou Camp el 28 de Noviembre de 2015 en Leon, Mexico
juego de vuelta de los Cuartos de Final del Torneo Apertura 2015 de la Liga Bancomer MX en el Estadio Nou Camp el 28 de Noviembre de 2015 en Leon, Mexico

Numeritos del destino

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Destino, casualidad o coincidencia, pero el número 13 está ligado a América, Pumas, semifinales y Ciudad Universitaria. En 2002 se rompió la racha de 13 años sin títulos en Coapa, esto luego de que los de amarillo y azul dejaran en el camino a los felinos. Ni hablar, 13 años después el futbol vuelve a poner los mismos ingredientes, con diferentes protagonistas y circunstancias distintas, no obstante persiste el fantasma que ronda en pro de las Águilas cuando del número 13 se trata.