Yahoo Noticias Los Sixers fueron tan necios como sabios con la cuestión racial
La cuestión racial sigue acaparando buena parte de la actualidad deportiva en Estados Unidos. El último episodio se vivió hace unos días en Philadelphia, cuando los Sixers impidieron cantar el himno a la artista, Sevyn Streeter, por llevar una camiseta con la frase “We Matter”, eslogan que está sirviendo para luchar contra las injusticias que está viviendo la comunidad afroamericana. Ese fue el pistoletazo de salida del equipo en la nueva temporada de la NBA justo antes del comienzo de su encuentro frente a Oklahoma City Thunder.
“Dos minutos antes de salir la organización me dijo que no podía llevar esa camiseta mientras cantaba el himno nacional antes del partido. Ellos nunca me dieron un código de vestimenta previamente. Nunca me dijeron que les enseñara mi closet antes".
Las críticas no tardaron en aparecer después de que la cantante y compositora de R&B explicara lo sucedido a Associated Press. La red se llenó de mensajes en contra y la primera reacción de los Sixers fue defensiva. Quisieron recordar que ellos ya contribuyen a “realizar acciones para el cambio social”, que usan los partidos para “unir a la gente, construir la confianza y reforzar las comunidades”.
Muchas palabras y pocas disculpas en un momento en que cada acción de protesta y represión es amplificada, más aun desde la elección del jugador de la NFL Colin Kaepernick de asistir al himno arrodillado.
Los jugadores de Philadelphia tuvieron que echarse encima por la desafortunada decisión, que por cierto, no sólo fue en contra de la libertad de expresión, sino que coartó uno de los temas más sensibles en la comunidad. Sin ir más lejos, el 73.3 por ciento de los miembros del plantel de los Sixers es afroamericano (11 de 15). La gerencia perdió la oportunidad de dar voz a un asunto de injusticia social, primero, y de brindar una disculpa, después.
Hubo que esperar hasta el viernes para que la coherencia apareciera en escena.
“Queremos pedir disculpas por lo que sucedió”, afirmaron desde la franquicia en un comunicado. “Después de recibir feedback de nuestros jugadores, el cuerpo técnico y los propietarios, creemos que tomamos una mala decisión y Sevyn debería haber sido bienvenida para cantar. Le pedimos disculpas a ella y le hemos invitado a que vuelva a cantar con nosotros. Estamos esperando su respuesta”.
El daño está hecho, aunque rectificar es de sabios. En este tipo de protestas pacíficas, los rencores deberían quedar a un lado y la notoriedad sería mucho mayor si la artista decide aceptar la segunda invitación.
¿Debería aceptar Sevyn esta segunda oportunidad? La lógica dice que sí… veremos qué le dice su corazón.
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