Irá a Río gracias a una campaña de crowdfunding

Daniah Hagul es una joven nadadora libia de 17 años. Durante los Juegos Olímpicos seguramente no acapare tanta atención como Michael Phelps, pero cada una de sus brazadas en el Estadio Acuático serán un pequeño impulso para las mujeres de su país.

Irá a Río gracias a una campaña de crowdfunding

En ocasiones, el camino que separa a un atleta de unos Juegos Olímpicos no viene marcado sólo por la dureza de los entrenamientos o de la competición, sino por las dificultades para conseguir el dinero que les permita viajar y sustentar todos los gastos que requieren este tipo de competiciones.

Por eso, cuando a Daniah Hagul le comunicaron hace unos meses que representaría a Libia en Río 2016 empezó una carrera contrarreloj por conseguir la financiación suficiente que le permitiera hacer su sueño realidad. El presupuesto de la Federación de Natación de su país es muy limitado, por lo que sus padres se tendrán que encargar de gran parte de los gastos, junto con la ayuda de HBGroup, un conglomerado libio.

Pero además ha encontrado apoyo en el público que desinteresadamente donó su dinero a través de la campaña de crowdfunding 'Help fund Daniah's Olympic Dream' (¡Ayuda a financiar el sueño olímpico de Daniah!), donde llegaron a recaudar 6.800 euros en un mes.

Gracias a esta campaña Daniah Hagul podrá ser la primera mujer en representar a su país en natación desde la revolución del año 2011. Su sueño no acaba en los Juegos Olímpicos, ella lo que realmente quiere es "inspirar" a los niñas de Libia y que cada una de sus brazadas en el Estadio Acuático de Río sea un pequeño cambio en la sociedad tan conservadora en que viven, tal y como confesó recientemente a la agencia AFP.

"Es un honor y un privilegio y no puedo esperar para que mi país se sienta orgulloso", añadió. Aunque los medios más importantes de Libia están pasando por alto el logro de Daniah.

Facebook: Daniah Hagul
Facebook: Daniah Hagul

Su madre Samira también quiso destacar la importancia de lo que está a punto de hacer su hija: "La natación deportiva para niñas es nuevo en Libia y hay gente que encuentra este concepto más como un reto". Y desde el espacio que le ha concedido la Agencia AFP ha animado a otros padres a que "desafíen las mentalidades más estrictas animando y apoyando a las chicas a dedicarse a este gran deporte".

Los padres de Hagul cambiaron Libia por Malta en el año 1990 y aquí es donde la joven encontró su pasión por el agua: "Empecé clases de natación simplemente para saber nadar a los 3 o 4 años. Cuando cumplí 12 decidí que quería competir". Su buen hacer en este deporte le ayudó a conseguir una beca en una escuela en Inglaterra. Allí no sólo ha podido desarrollarse como deportista, preparándose concienzudamente para la gran cita olímpica. También como persona y poder explotar sus habilidades en el diseño y las matemáticas. Aunque su vida en el agua le ocupa gran parte de su tiempo, en estos momentos tiene otro gran reto en mente: ir a la universidad y estudiar arquitectura. Si pone en ello la misma perseverancia que ha demostrado con la natación, no hay duda de que lo conseguirá.

Hace cuatro años Daniah vio los Juegos Olímpicos de Londres en la granja de su abuelo en Azzahra, Libia, soñando con vivir esa gran experiencia y pensando lo "maravilloso que sería" representar a su país. En unos días ella se convertirá en una gran heroína. Quizás no para los grandes medios, pero sí para alguna niña que desde Libia, o desde cualquier otro país castigado por la opresión a la mujer, vea en Hagul el reflejo de lo que a ella le gustaría ser y luche por ello.

El cambio no siempre llega desde los despachos de los políticos. Ni desde la lucha del pueblo en la calle. También puede venir desde una piscina olímpica. Después de todo, muchas veces el cambio empieza por uno mismo.

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