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Intenta anotar como Maradona con la 'mano de Dios' y acaba expulsado

Estadio Azteca, minuto 6 del segundo tiempo. Estadio Azteca, semifinales del Mundial 86 con dos países en el alambre. Después de haber comprado todas las papeletas disponibles en la feria para perder el duelo contra el grandullón Peter Shilton, el Diego Armando Maradona pre-cirugía alarga su mano izquierda y fabrica la trampa útil más famosa de la historia del fútbol. Es la Mano de Dios. Justo la escena en la que pensó el chino Yang Xu antes de este remate. Otra cosa fue la ejecución.

O mejor dicho, otra cosa fue el arbitraje. Porque el colegiado de este Shandong Luneng contra Jeonbuk Motors en la Champions League asiática, no se comió la trampa como el tunecino Bennaceur y acabó invalidando la jugada y expulsando al tramposo. Justo lo que le negaron a los ingleses hace casi 30 años.

Lo más ridículo de la acción es que el marcador ya mostraba un 3-1 a favor del equipo del nuevo Maradona cuando intentó engañar al árbitro y que el tiro ni siquiera acabó en gol. Para olvidar.

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