El homenaje más emotivo de los Juegos

Los valores del deporte permiten vivir momentos tan especiales como los que se han vivido estos días en los Juegos Olímpicos de Sochi. Allí, se han visto homenajes a la esquiadora canadiense Sarah Burke, que falleció en 2012 cuando tenía 29 años. Así, el entrenador de la deportista realizó el recorrido del halfpipe –disciplina que practicaba Burke- con las cenizas de la joven para posteriormente esparcirlas sobre los aros olímpicos en su honor.

Burke, pionera de este deporte y una de las artífices de que el halfpipe haya sido evento olímpico en el programa de Sochi, falleció trágicamente mientras entrenaba hace casi dos años.

Su entrenador no fue el único tributo a su memoria. Los atletas de la prueba formaron un corazón con sus dedos mientras esperaban a que los jueces puntuasen sus actuaciones. Los ‘slippers’, responsables de limpiar el ‘pipe’ o recinto tubular por el que se esquía en esta prueba, descendieron por la misma formando un corazón con sus cuerpos.

“Me siento bien de saber que Sarah ha estado muy presente en estos Juegos en nuestros corazones y también en sentido literal”, dijo su entrenador Trennon Paynter visiblemente emocionado. “La he traído conmigo y me las ingenié para que pudiese hacer un par de saltos", indicó a los periodistas.

Paynter llevó las cenizas de Burke en un cilindro de cristal y con su nombre impreso. Muchos de los rivales de Burke tuvieron palabras para ella ya que los organizadores no permitieron que utilizasen pegatinas con su nombre durante la prueba.

Antes de su muerte, Burke había convencido a Marie Martinod a volver de su retiro tras ser madre. La francesa conquistó la medalla de plata, un metal del que también tiene su parte de mérito Sarah. Paynter indicó que “sé que allá donde esté se sentirá muy feliz por la medalla de Marie”.