Djokovic sorprende no sólo con su juego, sino con su espontaneidad

El serbio número uno del mundo, Novak Djokovic, celebra su triunfo sobre el austriaco Andreas Haider-Maurer en la segunda ronda del US Open, el 2 de septiembre de 2015, en Nueva York (AFP | Don Emmert)
El serbio número uno del mundo, Novak Djokovic, celebra su triunfo sobre el austriaco Andreas Haider-Maurer en la segunda ronda del US Open, el 2 de septiembre de 2015, en Nueva York (AFP | Don Emmert)

El número uno del mundo, Novak Djokovic, avanzó a la tercera ronda del Abierto de Estados Unidossin despeinarse. Venció al austríaco Andreas Haider-Maurer, número 52 del mundo por 6-4, 6-1 y 6-2. Al margen de la victoria el serbio sigue demostrando su espontaneidad con un desenfado que lo caracteriza y en el episodio en cuestión casi se despeina.

Un fanático ingreso a la cancha (¿dónde está la gente de seguridad?) y Nole le siguió el juego, bailaron, cantaron y se fundieron en un fuerte abrazo. Sin ser aguafiestas llama la atención el tema de la segurida en el estadio Arthur Ashe. No se puede olvidar con facilidad lo que le sucedió a Monica Seles hace 21 años, cuando fue apuñalada en el Torneo de Hamburgo y figuraba como la única tenis con la capacidad para destronar a Steffi Graaf.

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