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Renovar a Xabi Alonso es rentable

Se acaba el plazo para renovar a Xabi Alonso, pues a partir del 1 de enero, el jugador madridista podrá negociar con cualquier equipo que pretenda ofrecerle un contrato.

La negociación se ha estancado, ya que parece que el Real Madrid no está dispuesto a llegar a las pretensiones que tiene el jugador. El club blanco ofrecía inicialmente un año de contrato a razón de cinco millones de euros, pero Xabi buscaba un compromiso de dos temporadas y por una cantidad más cercana a los 10 millones.

Florentino Pérez parece haberse frenado al conocer las pretensiones del vasco, argumentando el coste económico de la operación, pero: ¿no sería más barato renovar a Alonso que buscarle sustitutos?

Entre 2003 y 2006, el Real Madrid gastó más de 80 millones en posibles sustitutos a Claude Makelele, y más de una decena de jugadores después, llegó Xabi Alonso desde Liverpool para llenar el hueco que dejó el francés en 2003. Irónicamente, en 2004, Florentino Pérez frenó también el fichaje de Xabi Alonso cuando jugaba en la Real Sociedad, porque el acuerdo al que había llegado por 15 millones de euros, se vio afectado por el interés del Liverpool, que ofreció 17 millones. Cuando la Real se lo comunicó a Florentino, el mandatario madridista tiró la toalla y Xabi viajó a Anfield, donde ganaría una Champions League y se convertiría en un baluarte del mediocampo Red, antes de llegar al Real Madrid cinco años después por 35 millones de euros.

Ahora, Florentino Pérez podría cometer el mismo error. De no renovar a Xabi Alonso, Gundogan le costaría 20 millones (los mismos que ganaría Xabi en los dos años que pretende tener de contrato), Everton Ribeiro saldría por una cantidad en torno a los 15 millones, y cualquier otro jugador por el que se interese el club blanco no sería mucho más barato de lo que le costaría renovar al vasco.

Si además añadimos el alto rendimiento del internacional español, la operación --tanto económica como futbolísticamente-- tiene muchísimo más sentido que cualquier fichaje de relumbrón que pueda imaginar Florentino Pérez.

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