1860 Múnich: cuando el autogol es un auténtico pase a la red

Por favor, que alguien le pase este vídeo a César Luis Menotti. El flaco, que en su búsqueda permanente de la sutileza en el juego y la redondez en la frase acuñó que los goles deberían ser siempre un pase a la red, aplaudiría a rabiar esta jugada que nos llega del infrafútbol alemán. Se trata de un autogol, cierto, pero ninguna jugada se ajustó tanto jamás a la definición de pase a la red.

La anomalía  sucede en la Liga Regional de Baviera, en el cuarto nivel picando hacia abajo del fútbol alemán. Juegan el equipo filial del 1860 Múnich y el Jahn Regensburg. Los segundos, haciendo honor al genio de la gimnasia del que toman su nombre, lograron imponerse al filial de uno de los equipos de culto por antonomasia gracias a auna pirueta de difícil explicación. La que ejecutó Michael Kokocinski en una de las jugadas más desgraciadas para la carrera de cualquiera.

Si pocas acciones puedan lastrar más la vida de un defensa que un gol en su propio arco, Kokocinski se doctoró en desgracias con este desastre. Lo que intentaba ser una combibación astuta para evitar la presión alta del rival acabó de la peor manera posible. El arquero no se lo podría creer...

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