En los últimos meses, que Novak Djokovic pierda un partido de tenis se ha transformado en una noticia que rápidamente da la vuelta al mundo. Y si cae derrotado con un tenista relativamente desconocido para los seguidores de este deporte, más noticia aún. Lo concreto es que el número uno del mundo se despidió de movida en el Masters de Montecarlo y el hombre que cortó una extensa racha de triunfos fue Jiri Vesely (6-4, 2-6 y 6-4). La única caída del serbio en la presente temporada había sido ante Feliciano López en Dubai (3-6 y abandono). Y aparece un dato que hace todavía más resonante la victoria del checo: Nole perdió por primera vez en un debut después de 46 torneos, desde Madrid 2013 contra Grigor Dimitrov. Un auténtico cimbronazo monegasco.

Ahora, ¿es una alarma de cara al gran sueño de Djokovic, la conquista de Roland Garros? Por lo pronto, el de Belgrado aseguró que ¨preciso unas vacaciones¨. 

Djokovic ya había sumado cuatro torneos en 2016, entre ellos el Abierto de Australia, y los dos primeros Masters 1.000, en Indian Wells y Miami, mostrando un tenis sólido y arrollador. También se había apoderado de una de las primeras citas del año, en Doha. Su recorrido venía sin fisuras.

Su gran meta en 2016 es llevarse los cuatro certámenes grandes, entre ellos Roland Garros, el único que falta en sus vitrinas. El propio serbio había confesado hace pocos días que ¨eso es un sueño, una meta¨. Montecarlo representaba la apertura oficial sobre polvo de ladrillo, lo que deja a Nole con diversos sinsabores. La segunda rueda ante Vesely significaba su primer partido, y la caída generó que se vuelva a su casa (ahí mismo, vive muy cerca del Montecarlo Country Club) con ciertas dudas. ¿Representará una preocupación mayor pensando en su gran anhelo? En absoluto. Da la sensación que la derrota llegó principalmente por falta de ritmo. Todavía tiene por delante los Masters 1.000 de Madrid y Roma.

Lo que vale resaltar es que Djokovic admitió estar cansado, falto de frescura. ¨Los entrenamientos que tuve vinieron bien en lo que se refiere a las sensaciones, pero no me sentía fresco. Necesito unas vacaciones para poder descansar. Me encanta Montecarlo y esta no es la manera ideal de comenzar la temporada de arcilla¨.

Vesely se ha transformado en uno de los nombres más fuertes en la semana deportiva. El checo, de 22 años, empezó a jugar al tenis a los cuatro años en su propia casa, contra la pared, después de ver a su padre, Jiri, un entrenador de tenis. Sus referencias siempre fueron Roger Federer y su compatriota Tomas Berdych. Su superficie favorita es, precisamente, la arcilla.

Cuando Djokovic tuvo su temporada de ensueño -2011, para muchos especialistas la mejor de su carrera-, Vesely era un jovencito de apenas 17 años que empezaba a anotar su apellido en los libros del tenis: fue campeón ese año del Abierto de Australia para juniors, venciendo en la final al local Luke Saville. A eso le sumaba el número uno del mundo en el ranking de esa categoría y comenzaba a demostrar todo su potencial.

Si bien no explotó como se esperaba, la carrera profesional de Vesely todavía está en crecimiento. El año pasado obtuvo en Auckland su primer título en el ATP. Desde el 2013 es asiduo participante en Copa Davis para su país; y frente a Djokovic se sacó de encima una gran mochila: fue su primera victoria ante un top ten, ya que tenía un registro de 0-8 ante ellos.

Vesely basa su juego desde su potente servicio, apoyado en sus casi dos metros de altura. Este año apenas había ganado cuatro partidos ATP, pero es un tenista para tener en cuenta. En 2014 había vencido a buenos jugadores como Gael Monfils, Julien Benneteau, Radek Stepanek, Jeremy Chardy y Pablo Andújar. El año pasado, dejó de lado a Ivo Karlovic, Ernests Gulbis, Mikhail Youzhny y Kevin Anderson. Se espera su despegue, mientras Djokovic ajusta cinturores pensando en el siguiente vuelo.

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