Yahoo Noticias Se cumplen 25 años desde que Magic Johnson anunció que tenía VIH
Hace 25 años que una sala repleta de cámaras y reporteros aguardó con expectación y un sentimiento de incógnita la salida al podio de Earvin ‘Magic’ Johnson.
“Nos dirigimos todos arriba. Él se secó las lágrimas y se lo dijo al mundo”, declaró Gary Vitti, quien fue el responsable de los servicios médicos de Los Angeles Lakers desde 1986 a 2016.
El campeón de la NBA en cinco ocasiones y miembro de uno de los periodos más gloriosos de la historia de la franquicia se enfrentaba al momento más complicado de su vida, y se vio obligado a hacerlo en directo ante millones de personas.
“Tengo el virus del VIH y me tengo que retirar de los Lakers hoy mismo”, declaró escoltado por la plana mayor de la organización y de la liga. “Quiero dejar que no tengo la enfermedad, SIDA, sino el virus VIH. Voy a echar de menos jugar y a partir de ahora me convertiré en portavoz de la gente con el virus para que los jóvenes se den cuenta de que pueden practicar sexo seguro. A veces eres un poco ingenuo y piensas que no te puede pasar a ti. No me fui todavía, los combatiré y me divertiré”.
Magic tenía 30 años de edad y sus palabras conmocionaron al mundo entero aquel 7 de noviembre de 1991. El miedo era evidente al convertirse en una estadística más de una enfermedad en auge y directamente relacionada con la muerte. Tanto los aficionados como el entorno al exjugador estaban aterrorizados por la fragilidad humana de un atleta cuya magia le colocó en las esferas más altas de la historia, no sólo del baloncesto sino del deporte en general.
La condescendencia y la empatía fueron una máxima entre propios y ajenos a Magic, como también lo fue la falta de afecto. Ser portador de un virus relativamente nuevo y tan letal cambió la manera en la que la gente le percibía. La paranoia a su alrededor, fruto del desconocimiento de la enfermedad, hizo que Johnson fuera rechazado en los restaurantes e incluso que muchos le negaran una afectuoso abrazo o estrecharle la mano. De estrella del baloncesto pasó a ser un mártir contagiado, y por ende, una amenaza para una sociedad que por aquel entonces pensó que el roce de la piel, o el respirar era suficiente para transmitir el virus.
La percepción de la enfermad comenzó a cambiar desde el anuncio de Magic. La relación directa del HIV en esos tiempos era con homosexuales y drogadictos, sin embargo, el deportista le dio un giro a esa manera de entender el asunto globalmente. La fama, el dinero, las fiestas y las mujeres fueron el día a día de un Johnson que vivió los últimos coletazos de la época de mayor libertinaje de la NBA. Ya no era algo que tan sólo afectase a gays y ‘yonkis’, sino a cualquiera que tuviera relaciones sexuales sin protección. El exjugador de los Lakers fue su rostro más conocido y gracias a ello, la conciencia fue en aumento así como la empatía con el paso del tiempo.
Magic se dedicó a recaudar fondos para ayudar a la investigación y con el fin de ganarle la batalla a la enfermedad. Años después, confesó que de haber sabido que podría haber seguido jugando al básquetbol jamás hubiera anunciado su retirada. De hecho se le pudo ver en acción en el All Star de 1992, donde además fue el MVP del encuentro y en la mítica formación del Dream Team en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Además participó en 32 encuentro con los Lakers en 1996.
Las cosas cambiaron mucho desde que Magic se pudo frente a los micrófonos hace 25 años. El Sida está controlado gracias a las investigaciones, así como la paranoia social. La conciencia es absoluta en la sociedad e incluso la NBA endureció las reglas para regular la vida lejos de la duela de los jugadores. Algunos ejemplos son las multas y los controles de drogas o una curiosidad como la de que los jugadores no pueden tener contacto alguno con las animadoras, algo a lo que Magic le dedicó mucho de su tiempo.
El jugador se enteró de que era portador del VIH por casualidad, en un control rutinario llevado a cabo por una aseguradora que trabajaba con los Lakers. Desde entonces su vida cambió, sin embargo ahora, Johnson es una de las voces más influyentes del básquetbol y uno de los propietarios de Los Angeles Dodgers. Su esposa permaneció con él y aquella amenaza mortal le acabó insuflando más ganas todavía de vivir.
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