Mi abuelo me enseño a amar al balón

A mi abuelo le gustaba el fútbol. Cuando yo era apenas un niño él me hablaba de Di Stéfano y de Pelé. Juntos veíamos los partidos del Atleti en una pequeña televisión en blanco y negro cuando yo aún creía que el campo sobre el que se jugaba era de color gris.

Según mi abuelo, el mejor futbolista de la historia fue Luis Suárez. Y de historia sabía mucho más que yo. Él vio jugar a Santiago Bernabéu antes de que fuera presidente y de que el estadio llevara su nombre. El iba al fútbol antes de la guerra y volvió al fútbol cuando esta terminó. Mi abuelo vio a Puskas, a Kocsis, a Kubala, a Beckembauer, Cruyff, Charlton, Best... pero para él no hubo otro nunca como don Luis, el Arquitecto aunque su corazón era para Ben Barek porque mi abuelo era del Atleti, y por su culpa yo también lo soy.

Cuando yo tenga un nieto, también le hablaré de fútbol. Le contaré la historia del día que le metimos cuatro al Barcelona del Dream Team y le hablaré de Torres, de Simeone y de Pantic porque el pobre muchacho será también del Atleti.

Por supuesto le hablaré de Messi y de Maradona, porque nunca ví a nadie jugar como ellos. Pero también le tendré que hablar de Zidane, de Ronaldo, de Dinho y de Van Basten. Le contaré historias del Barcelona de Guardiola, del Milan de Sacchi y de aquella final del Mundial de Argentina 78, el primer partido que ví en una televisión en color y donde me dí cuenta de lo verde que era el césped y lo roja que era la sangre que empapaba las camisetas de los argentinos.

El mejor jugador de la historia, en mi opinión, no es ni Pelé, ni Diego. El mejor futbolista de todos los tiempos es aquel del que hablaremos a nuestros nietos, igual que hizo con nosotros nuestro abuelo.

*Mi abuelo no era el único que pensaba que Luis Suárez fue el mejor de la historia. Es el único futbolista español que ha ganado un balón de oro y fue en su día el fichaje más caro de la historia. En Italia lo adoran todavía y es parte de la historia del gran Internazionale.