Otra vez Maradona, ¿hasta cuándo?

Siempre lo sostuve y lo seguiré sosteniendo: Diego Armando Maradona fue el mejor jugador de fútbol que he visto en mi vida. No tengo ni la más mínima duda. Tenía todo lo que hay que tener para ser un verdadero crack: personalidad, coraje, entrega, inteligencia, liderazgo y una habilidad incomparable.

Esa “era” Diego Armando Maradona como jugador de fútbol. Hasta ahí todo bien. Ahora, ¿por qué debemos soportar ciertas actitudes de matón que provocan rechazo?

Nadie le va a quitar su Copa del Mundo. Nadie le va a quitar sus campeonatos con el Napoli, cuando el equipo italiano era uno de los de mitad de tabla para abajo y casi nadie conocía en el resto del mundo.

¿Eso le da derecho a destrozar con sus palabras a quien se le cruce, palabras que hieren y matan como balazos?

Maradona le envió un mensaje a sus excompañeros de aquella selección campeona del mundo en México 86. Hoy justamente se cumplen 30 años de ese inmaculado logro.

Y en ese mensaje no sólo ningunea a Chile sino que destroza a Sergio Agüero, el padre de su propio nieto.

En una de sus más famosas frases, Maradona dijo que “la pelota no se mancha”. Señor, usted mismo, con estas actitudes, es el que no sólo la mancha, sino que la pincha. Justo usted, que la mimó como nadie en la historia del fútbol. Ya basta.

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Y la tercera fue la vencida…