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El gran karma argentino: las finales

Argentina suma seis decepciones en 22 años.
Argentina suma seis decepciones en 22 años.

22 años. Nada más, ni nada menos. Ese es el extenso tiempo en el que Argentina acumula seis finales perdidas consecutivamente, sumando la reciente caída ante Chile en la Copa América 2015. Ni la gran generación de futbolistas con Messi, Mascherano, Agüero y Di María pudo quebrar la racha negativa albiceleste, que al menos tendrá que aguardar hasta el Mundial 2018 para intentar romper el maleficio.

La cuenta inicia en la Copa Rey Fahd 1995 -hoy en día Copa Confederaciones-, torneo que no tenía suma importancia en su momento, pero si uno es justo con la historia, dicho certamen suma como oficial FIFA. El por entonces equipo dirigido por Daniel Passarella disputó el choque decisivo ante una sorprendente Dinamarca en Riad.

Los goles de Michael Laudrup de penal y Peter Rasmussen le dieron la victoria a los daneses, que se alzaron con el trofeo en Arabia Saudita.

Nueve años hubo que esperar para llegar a una nueva definición, esta vez por la Copa América 2004. Argentinos y brasileños llegaron al juego final en el Estadio Nacional de Perú.

En un encuentro que tuvo a la Argentina dos veces en ventaja por los gritos de Kily González y César Delgado, la Verdeamarelha llegó agónicamente al empate con el golazo de Adriano. Luego, desde los doce pasos, los comandados por Carlos Alberto Parreira se quedaron con el título ante el clásico rival.

Un año más tarde, y ya con José Pekerman como DT argentino, Brasil volvió a cruzarse en el camino de la albiceleste, en el marco de la Copa Confederaciones 2005. El torneo previo al Mundial 2006 sirvió como preparación de cara a la cita mundialista en Alemania, pero en la final quedaron evidenciadas las notables diferencias entre los dos.

Adriano en dos oportunidades, Kaká y Ronaldinho redondearon una noche mágica del Scratch en Frankfurt, con un 4-1 contundente sobre sus pares argentinos. Por su parte, Pablo Aimar firmó el descuento para los de Pekerman.

Nos vamos a 2007, año en el que se disputó la Copa América en Venezuela. Argentina, conducida técnicamente por Alfio Basile, nuevamente tenía enfrente al seleccionado brasileño, por entonces con Dunga a la cabeza.  En contrapartida a lo que había sucedido tres años antes, Brasil fue muy superior a la albiceleste a lo largo de todo el partido, y asi lo demostró con un 3 a 0 letal, gracias a los tantos de Julio Baptista, Roberto Ayala en contra y Dani Alves.

Seguramente para todos los argentinos, la más dolorosa. Haber pedido el Mundial 2014, en Brasil y ante Alemania, fue un puñal al corazón. En tiempo suplementario, el equipo dirigido por Alejandro Sabella se quedó con las manos vacías por culpa de Mario Götze y su zurdazo cruzado, que dejó sin chances a un Sergio Romero que salió desesperado a cortar el tiro, pero sin suerte.

Y por último, la más reciente. La Copa América 2015 quedó en manos de su anfitrión, Chile. La Selección Argentina que dirige Tata Martino no pudo contra el buen juego de los de Jorge Sampaoli, y en los penales no tuvo la efectividad ni puntería necesarias para llevarse el ansiado trofeo. Sin goles en el partido, y con el 4-1 final desde los doce pasos para decretar una nueva frustración albiceleste.

Muchos dicen que ha llegado el fin de un ciclo de jugadores que no cumplieron con las expectativas, otros que el entrenador falló en los cambios, o bien la fácil: apuntar los dardos a Messi. Lo cierto es que Argentina hace rato no se sube al tren del éxito, y con aún todo a su favor, tampoco pudo ganar un bendito campeonato desde aquella lejana Copa América 1993,

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