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Colombia le dañó la fiesta a los argentinos

Por Alejandro Farffann
Enviado especial, Córdoba Argentina.



Desde que subí en el micro - así le dicen al bus los argentinos - la noche del viernes en la Terminal de Retiro en Buenos Aires, para viajar nueve horas hasta Córdoba, me encontré con un panorama particular, que aunque imaginaba no había podido confirmar.

Un paisano que viajaba a mi lado al escuchar mi acento colombiano se apresuró a ofrecerme su boleta para le partido de Córdoba entre Colombia y Perú, me explicó que tenía el boleto comprado hace meses por qué estaba seguro que la Argentina jugaría el partido de cuartos en Córdoba, pero se encontró con la dura realidad de ver a su selección en Santa Fe, como segundo de grupo y enfrentado al durísimo seleccionado uruguayo.

La Copa fue diseñada para que el seleccionado local jugara su partido de cuartos en el estadio Mario Alberto Kempes, un escenario con capacidad para 60 mil espectadores, los cordobeses tenían la boletería en la mano, pero Colombia les dañó la fiesta.

Santa Fe queda en camino a Córdoba, a sólo dos horas, por lo tanto una gran cantidad de hinchas argentinos se desplazaron a Córdoba con la esperanza de encontrar colombianos que tuvieran boletas previamente compradas para el juego de Santa Fe y así realizar un trueque para partir presurosos hacia Santa Fe.

Los ciudadanos cordobeses no se quedaron atrás y ante la compleja realidad no tuvieron más alternativa que ofrecer boletas que hubieran valido oro, si hubiese jugado la Argentina en su ciudad, hasta a mitad de precio a culaquier colombiano o peruano interesado.

En la sede del club Instituto de Córdoba se vendían de manera oficial los boletos para el juego y allí se acercaron los cordobeses a "regalar" los tickets. Un boleto de Platea o Palco, que cuesta 270 pesos argentinos - 70 dólares - y que si hubiese jugado Argentina hubiera estado por el orden de los tres mil pesos - 750 dólares - fue vendida por 100 pesos  - 25 dólares a un hincha colombiano que nisiquiera tuvo que hacer fila.

Así es el fútbol y por eso sigue siendo el mejor espectáculo del mundo, por más que pienses que sabes todo, al final no sabes nada.