Un exverdugo de Tyson que se niega a retirarse

El púgil británico Danny Williams regresa a los cuadriláteros este viernes cuando enfrente al prospecto alemán Ali Eren Demirezen en una cartelera celebrarse en Hamburgo.

Hasta ahí, todo parece una promoción normal para una cartelera boxística. La pregunta es, ¿quién es Danny Williams y por qué llama la atención su nombre en el programa de las peleas semiestelares de una cartelera en Alemania?

Resulta que se trata del mismo Danny Williams que en el 2004 estremeció los cimientos de los pesados al despachar a Mike Tyson en apenas cuatro asaltos.

Fue el 30 de julio de 2004 cuando Williams, ya con 31 años y récord de 31-3 y 26 nocauts, llegó a Louisville Kentucky para enfrentar a Tyson, que regresaba después de poco más de un año de inactividad y que buscaba un fácil triunfo para posicionarse nuevamente en los principales círculos del boxeo.

Ya Tyson había dominado la máxima división, pero venía de enfrentar sus demonios personales y arrastraba las derrotas frente a James “Buster” Douglas, Evander Holyfield (dos veces, incluyendo el incidente de la mordida de oreja) y también Lennox Lewis.

Su intención era despachar rápido a Williams y volver a ser la principal atracción del boxeo rentado, pero el británico se le metió en el medio. Luego de sobrevivir al temporal de golpes que Tyson lanzó en los primeros tres asaltos, Williams comenzó a conectar bien sus golpes sobre Tyson y con apenas nueve segundos para terminar la cuarta vuelta, una lluvia de puños envió a Tyson al suelo. El hombre fuerte del boxeo, sangrando por un ojo, simplemente no se levantó de la lona, a pesar de que el árbitro pareció contar demasiado lento los diez segundos reglamentarios, quizás para darle tiempo a que Tyson cumpliera con su libreto de levantar y demoler a Williams.

Así, el británico que era prácticamente desconocido en Estados unidos, había comenzado el camino para el retiro definitivo de uno de los íconos del boxeo de los últimos tiempos.

Tyson pelearía una vez más frente a Kevin McBride y caería derrotado por nocaut en el sexto asalto, en lo que sería su última pelea como profesional.

Mientras, luego de su merecido momento de fama, Williams tuvo su gran oportunidad titular frente al entonces monarca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), Vitali Klitschko, pero el ucraniano lo despachó en ocho asaltos.

Luego de su derrota frente a Kloitschko, Williams regresó a Europa y apenas celebró una pelea más en Estados Unidos.

Recapturó el campeonato de la Mancomunidad Británica (Commonwealth champion) que había cargado temprano en su carrera y también el campeonato peso completo británico, pero luego cayó en una horrible racha en la que sufrió 15 derrotas en 17 compromisos y en más de una ocasión anunció su retiro, pero nunca cumplió su palabra.

Ahora, con 43 años en su anatomía y récord de 48-25, Williams vuelve a subirse al ensogado en una pelea que no parece ofrecerle mucho más que un cheque por su comparecencia, mientras sirve de escalón para que el prospecto Demirezen sume victorias en su resumé.

Tanto es así que el Panel Regulador del Boxeo Británico (BBBofC, por sus siglas en inglés) no ha querido otorgarle una licencia para pelear en su territorio y algunas de sus peleas se han celebrado sin ser sancionadas.

Pero ahí está, como muchos otros, negándose a concederle la victoria al padre tiempo.

Al menos, nadie le quita lo bailado ni borrará su momento de gloria allá para el 2004 en Louisville Kentucky, cuando derrotó a Mike Tyson.

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