Difícil momento para el boxeo boricua

Cuando en Puerto Rico llegaba la fecha en que Félix “Tito” Trinidad tendría su próximo combate, el país se transformaba automáticamente.

Las ventas de alcohol, televisores de pantalla grande y parrillas de BBQ se disparaban exponencialmente; las familias y amigos que apenas se veían en meses, finalmente organizaban reuniones con la excusa de ver la pelea y hasta la criminalidad descendía en los centros urbanos.

En fin, un fenómeno social, cultural y deportivo como pocos en esta Isla.

Pero ese tiempo quedó en el pasado.

Ya Trinidad está retirado. Tampoco Wilfredo Gómez o Wilfred Benítez –otras dos glorias de los años 80- están activos en el boxeo y el último que generó ese tipo de reacción en el pueblo, Miguel Cotto, está contando las horas para colgar los guantes.

La época de gloria del pugilismo boricua es un melancólico recuerdo en la mente de los puertorriqueños, fanáticos a ultranza del deporte de las narices chatas.

Puerto Rico es el tercer país del mundo en producir campeones mundiales de boxeo, después de Estados Unidos y México, dos países que los superan por mucho en extensión territorial y en población.

Además, es el único en el mundo en producir, al menos, un monarca mundial en cada una de las divisiones reconocidas mundialmente.

Sin embargo, en la actualidad, no cuenta con una figura de arraigo que mueva las masas y provoque una avalancha de suscripciones al servicio de “Pague-Por-Ver”, como lo hizo Trinidad o Cotto.

TRES MONARCAS; NINGUNA GRAN FIGURA

Actualmente, solo tres púgiles nacidos en la Isla del Encanto se amarran en su cintura correas de calibre mundial.

El más veterano de todos es Román “Rocky” Martínez, campeón junior ligero de la Organización Mundial de Boxeo (OMB). Martínez (29-2-3, 17 KO’s) conocido por su fogosidad en el ensogado y por no rehusar el intercambio de golpes, “Rocky” tenía previsto una defensa obligatoria en marzo ante el mexicano Miguel Berchelt, pero una lesión en su mano izquierda dio al traste con los planes.

Ahora, el boricua tiene ante su mesa otra atractiva oferta: enfrentar al ucraniano Vasyl Lomachenko, dos veces medallista olímpico y campeón pluma de la OMB. El combate sería el 11 de junio en Nueva York, el mismo fin de semana en que se celebra la Parada Puertorriqueña en La Gran Manzana, una de las actividades más concurridas y celebradas por la diáspora puertorriqueña en la gran urbe.

A pesar de la poca experiencia profesional del ucraniano (5-1, 3KO’s), no deja de ser una dura prueba para el boricua, dada la gran experiencia amateur de Lomachenko y al hecho de que ya es monarca mundial.

Otro boricua reconocido como campeón mundial es José Pedraza, quien fue parte de la escuadra de Puerto Rico en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.

Pedraza, invicto en 21 peleas con 12 anestesiados, es el monarca de las 130 libras versión Federación Internacional de Boxeo (FIB). De buen boxeo y gran defensa, Pedraza ha peleado en cinco ocasiones desde que ganó su cetro, incluyendo dos exitosas defensas fuera de Puerto Rico, pero su carrera apenas es reconocida, incluso dentro de la Isla, en parte, por lo que muchos consideran un mal manejo de su carrera.

Su próximo compromiso, en cambio, podría darle un giro total a su figura, ya que defenderá su cetro frente al inglés Stephen Smith (23-1, 13 KO’s) el próximo 16 de abril en una pelea que será transmitida por la cadena televisiva Showtime.

El tercer monarca boricua es McJoe Arroyo, compañero de escuadra de Pedraza en Beijing 2008 y campeón de las 118 libras de la FIB.

Sin embargo el invicto púgil (17-0, 8 KO’s) no pelea desde que conquistó el cetro en julio pasado, cuando derrotó al filipino Arthur Villanueva y su proyectado combate frente a Jerwin Encajas, pautado para la próxima semana, está en veremos, luego que se reportó que el boricua sufre de una molestia en su mano izquierda y no hay garantías de que esté recuperado para ese compromiso.

TODOS LOS OJOS PUESTOS EN VERDEJO

El semillero de talento boxístico en Puerto Rico sigue produciendo, aunque por el momento son pocos los nombres que se perfilan para llegar a las más altas esferas del boxeo mundial.

El más sonado de todos es el de Félix “Diamante” Verdejo. De incuestionables habilidades boxísticas, fulminante pegada y gran carisma, Verdejo ya es considerado el heredero de Trinidad en cuanto a su proyectado éxito y al cariño que la gente le profesa.

Con récord de 20-0 y 14 triunfos por la vía del cloroformo, su carrera es llevada cuidadosamente por la empresa Top Rank. Se espera que para el 2017 ya esté peleando por un fajín mundial.

Pero antes, Puerto Rico tendrá un turno adicional para sumar un nuevo campeón, tan pronto como el próximo 23 de septiembre.

McWiliams Arroyo (16-2, 14 KO’s), hermano gemelo de McJoe, tendrá una enorme oportunidad titular cuando enfrente al nicaragüense Román “Chocolatito” González.

Será, sin duda, la prueba más dura que Arroyo haya tenido en su carrera y posiblemente en su vida, ya que González (44-0, 38 KO’s) es considerado por muchos el mejor boxeador libra por libra del mundo en la actualidad.

Así las cosas, es evidente que el boxeo de calidad en Puerto Rico está lejos de desaparecer, pero igual de distante luce la llegada de una figura de proyección internacional y que logre un fenómeno social y económico en la Isla como lo hicieron Gómez, Benítez, Trinidad y Cotto en sus tiempos.

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