Camacho: “Un loco”… pero grande del boxeo

(FILES)Hector Camacho from Puerto Rico waves to the crowd, wearing the NBA Super Middle Weight Championship belt, after winning over Roberto Duran from Panama by decision in 12 rounds at the Pepsi Center in this July 14, 2001 photo in Denver, Colorado.  Former three time world boxing champion Hector Macho Camacho was seriously injured the evening of November 20, 2012 after being shot in the neck in Puerto Rico, local media reported. Camacho, 50, was being driven in a car when he was hit in the head by gunshot from another vehicle around 7:00 pm local time, the Primera Hora de Puerto Rico newspaper reported on its website. Ernesto Torres, director of the Centro Medico de Rio Piedras, was cautious about Camacho's chances of survival, saying that a bullet had fractured two bones in his neck. It appears the bullet struck a bone and was deflected without going into the brain, Torres told the newspaper. An earlier report said a single bullet struck the left side of Camacho's jaw.  AFP PHOTO MARK LEFFINGWELLMARK LEFFINGWELL/AFP/Getty Images

Habilidoso y escurridizo sobre el cuadrilátero; excéntrico y problemático fuera de él, Héctor “Macho” Camacho fue un extraordinario boxeador adelantado a su época y pionero en elevar el deporte de los puños a nivel de espectáculo.

Vio la luz por primera vez un 24 de mayo de 1962 en Bayamón, Puerto Rico, pero dejó su huella en todo el mundo del pugilismo por su gran boxeo, velocidad de manos, complicada defensa y extravagante imagen.

Hoy cumpliría 50 años.

Luego de una prodigiosa carrera como amateur, al conquistar tres títulos de Guante de Oro en Nueva York, Camacho puso sus pies por primera vez en un cuadrilátero profesional el 12 de septiembre de 1980 en el Felt Forum de la Gran Manzana para derrotar por puntos a David Brown.

Ni él ni nadie imaginó que aquel encuentro significaría el inicio de una carrera de 30 años que le dejaría un récord de 79-6-3, con 38 de sus victorias por nocaut.

Su resumé presenta además títulos mundiales en los pesos junior ligero, ligero y junior wélter, además de cuatro títulos menores en otras divisiones. Y como si fuera poco, enfrentó a los nombres más grandes de las décadas del 80, 90 y principios del año 2000.

La lista es larga: Rafael “Bazooka” Limón, Julio César Chávez, Ray “Boom Boom” Mancini, Vinny Pazienza, José Luis Ramírez, Edwin “Chapo” Rosario, Óscar de la Hoya, Félix “Tito” Trinidad, “Sugar” Ray Leonard, Roberto “Manos de Piedra” Durán y muchos otros.

Con esa pléyade de glorias boxísticas, es casi increíble pensar que Camacho nunca fue noqueado, pero así fue. Jamás acabó un combate mirando los faroles boca arriba y cada vez que subía al cuadrilátero regalaba un buen espectáculo aplicando la ley máxima del boxeo: golpear y que no te golpeen.

EL VILLANO POR EXCELENCIA

Desde temprano en su carrera, Camacho supo que para hacer dinero en el boxeo había que vender los combates.

Tomó como base el trabajo que muy bien realizó Muhammad Ali al inicio de su carrera, de avivar las pasiones del público y lo afinó de una forma poco conocido en su momento: se convirtió en el malo de cada pelea, el oponente que todos querían noquear, el villano de la película. Pero además, lo combinó con la excentricidad, entradas y atuendos rimbombantes, dándole colorido al espectáculo boxístico.

Así se le vio subir al cuadrilátero vestido de gladiador romano, o de indio nativo americano –con todo y penacho de plumas- o superhéroe al estilo Robocop, por mencionar solo algunos.

Hector Camacho vs Eddie Van Kirk. Mandatory Credit: Holly Stein /Allsport
Hector Camacho vs Eddie Van Kirk. Mandatory Credit: Holly Stein /Allsport

Así hizo una fortuna. Se estima que durante su carrera, Camacho pudo haber generado sobre $25 millones en ganancias, a pesar de que no gozó de las bolsas astronómicas de estos tiempos.

Y contrario a lo que se piensa, Camacho supo administrar muy bien sus ganancias en bienes raíces y otras inversiones, además del dinero que generó en presentaciones especiales, firmas de autógrafos y participación en programas de televisión y “realty shows”, entre otros.

Su último combate fue el 14 de mayo de 2010 en Kissimmee, Florida, cuando cayó por decisión frente a Saúl Durán. Tenía 48 años y todavía le quedaban piernas para durar diez asaltos, mas no la velocidad de sus puños.

UN HURACÁN FUERA DEL BOXEO

Pero más allá de su talento boxístico, se sabe que Camacho también tuvo sus problemas con la justicia.

En el 2005 Camacho fue arrestado en Mississippi por robar en una tienda de artículos electrónicos y por portar drogas.

Siete años antes, en 1998, su entonces esposa Amy Camacho pidió una orden de protección en contra de Camacho porque el púgil supuestamente la amenazó de muerte y también enfrentó procesos judiciales por supuesto maltrato infantil, entre otros.

TRÁGICA MUERTE Y DISPUTA FAMILIAR

El 20 de noviembre de 2012, Camacho recibió un balazo en la cabeza mientras se encontraba en el asiento pasajero de un auto estacionado cerca de un bar en su pueblo natal, Bayamón.

Su amigo y conductor del auto, Alberto Yamil Mojica Marrero, murió en el acto.

Camacho llegó al hospital en condición grave y aunque en un principio se pensó que sobreviviría al atentado, su cuadro clínico se complicó luego de sufrir un paro cardiaco.

El 22 de noviembre, un segundo ataque cardíaco acabó con su vida.

Un velatorio público fue celebrado en San Juan, al cual asistieron algunas de las glorias máximas del boxeo boricua como Trinidad, Wilfredo Gómez, Wilfred Benítez, Iván Calderón, Wilfredo Vázquez y muchos otros, quienes le rindieron una guardia de honor.

Pero ni siquiera su muerte estuvo libre de controversias.

Su mamá, María Matías y el hijo de Camacho, del mismo nombre, protagonizaron varios encontronazos públicos porque no se ponían de acuerdo, primero si debía ser desconectado del respirador artificial que lo mantenía con vida, y luego por decidir dónde lo enterrarían, si en Puerto Rico, donde nació, o en Nueva York, donde creció. Al final, sus restos descansan en un cementerio del Bronx.

The casket of Hector Macho Camacho is carried from St. Cecilia's Roman Catholic Church in New York, after his funeral, Saturday, Dec. 1, 2012. Doctors pronounced Camacho dead on Saturday, Nov. 24, after he was removed from life support at his family's direction. He never regained consciousness after at least one gunman crept up to his car in a darkened parking lot in Puerto Rico and opened fire. (AP Photo/Richard Drew)

Pero además, en medio del velatorio, se generó una trifulca cuando una pareja del boxeador llegó hasta el lugar donde era velado y quitó el velo del cuerpo para darle un beso. La acción provocó la ira de otra ex pareja de Camacho y ambas tuvieron que ser separadas por los presentes en el lugar.

Por último, su papá, Héctor Camacho, padre, no fue al velatorio de su hijo por diferencias con su ex esposa. Según indicó, semanas antes había sido agredido por Matías.

En fin, que Camacho fue único, incluso después de su muerte. Y su papá lo definió de la forma más sencilla cuando la prensa boricua le preguntó cómo quería que recordaran a su hijo.

“Como siempre ha sido… un loco”.

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